AVILES, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

tabla AVILES edad+tamaño edificaciontabla AVILES  2.121996e-314dad+tamaño edificacion

Estos gráficos representan el Parque Residencial de AVILES, Asturias.

Son los Bienes Inmuebles, de uso Vivienda, matriculados en el Catastro, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, siendo la más reciente la inferior (2010-2014) y la superior la más antigua (<1900).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Viviendas (la demanda latente: la configuran los que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo), son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituído un hogar.

AVILES DELVI.jpgAVILES PIRAMIDE.jpgtabla AVILES.jpgAVILES CATASTRO 2014-2016.jpgAviles INE.jpgAVILES ALQUILER.jpg

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


Aviles GE4.jpgAvilés es una ciudad y un concejo situado en el Principado de Asturias en el norte de la península ibérica, a ambas márgenes de la Ría de Avilés. En el año 2014, el concejo contaba con una población empadronada de 81.659 habitantes, de los que 77.854 corresponderían a la villa, capital municipal y tercera población de Asturias, en número de habitantes. El concejo es uno de los 20 municipios agrupados que forman el área metropolitana central de Asturias.

Se encuentra a solo 25 km de Gijón, a 27 km de la capital, Oviedo y está comunicada a través de una amplia red de autovías, ferrocarril y autobús siendo además uno de los principales puertos pesqueros y de mercancías de España.

Está limitado por el mar Cantábrico y por los concejos de Gozón al este, Corvera al sur y Castrillón e Illas al oeste. Los núcleos de población con más habitantes en el concejo de Avilés son, por este orden: Avilés capital, Miranda, Heros, Caliero, Tabiella y Sablera.

AvilesToda su superficie se reparte entre la rasa costera y los montes que lo cierran por el sur, aunque es la ría de Avilés que está encajada en la rasa, la que continúa al interior del Cabo Peñas y marca la morfología del territorio. La ría ocupa el 3% de toda la superficie, llegando después de tres millas de muelles hasta el centro de la ciudad que está en su orilla occidental que ha permitido el asentamiento histórico de la población, ya que esta hoya es baja y plana frente a las alturas de Carbayedo, Tuñes o El Estrellín en el lado opuesto.

En Avilés está el segundo puerto en importancia comercial y primero pesquero de la región, su posición central le da el privilegiado puesto de estar en el nudo de comunicaciones, incluido el aeropuerto de Asturias a 14 kilómetros, aunque ya situado en el municipio vecino de Castrillón.

El concejo comprende 6 parroquias: Avilés, Corros, Entreviñas, Laviana, Miranda y Navarro.

Existen pruebas de asentamientos humanos desde la prehistoria, aunque es destacable que en la ciudad no se originó una población permanente hasta después de la época romana. En el siglo X con la obtención del fuero a manos del rey Alfonso VI, la urbe consigue una serie de privilegios al serle designado el realengo, entre los que está el poder celebrar ferias y un mercado semanal. Durante la Edad Moderna se vivió un momento de esplendor con la llegada de numerosa nobleza que buscaba construir sus solares en la villa y el auge de la burguesía, pero a partir de entonces se inició un largo período de decadencia que únicamente sería salvado con el comercio de bienes con América y la posterior llegada del ferrocarril además de su intensiva industrialización, eminentemente siderúrgica, a mediados del siglo XX.

Aviles GE1.jpgConserva en su caso antiguo un conjunto histórico artístico compuesto por varios palacios, casas nobles, iglesias, plazas, calles y grandes parques, junto con un patrimonio cultural en el que destacan especialmente el Museo de la Historia Urbana y el Centro Niemeyer.

Su rápida industrialización trajo una masiva emigración y con tal un gran crecimiento en todos los aspectos. Avilés es una de las tres ciudades más importantes de Asturias y la tercera en cuanto a población.

MapaAviles.jpgPor estudios arqueológicos se puede asegurar que en el Concejo de Avilés existieron poblaciones durante la Antigüedad, pero hasta el siglo X no se conoce ningún testimonio escrito. En este, se habla de una villa situada al fondo de la ría y protegida por el castillo de Gauzón construido por Alfonso III el Magno para la defensa del puerto.

La villa preindustrial- La reconstrucción histórica de la ciudad arranca del siglo XII, en tono al año 1100, con el nacimiento de la primera villa portuaria durante el reinado de Alfonso VI. La villa preindustrial, con dos núcleos urbanos separados por un brazo de ría: la Villa y Sabugo. Su perfil urbano viene dado por la construcción de una potente muralla a lo largo del siglo XII. Desde entonces, y hasta el siglo XIX, se configura como una villa portuaria y centro comarcal característico de la época preindustrial. La ciudad se configura con calles estrechas y parcelas alargadas, con una fuerte presencia de los poderes del antiguo régimen.

Un aspecto llamativo del Avilés preindustrial es la presencia invasiva de la marisma inundable que rodea la villa y llega hasta sus propios muros. Uno de sus brazos separa sus dos núcleos urbanos históricos, la villa y Sabugo, cuya acusada identidad es reconocible hasta nuestros días. Como contrapartida está el puente que los une, bien documentado a principios del siglo XIII, y en uno de sus extremos el espacio de mercado que es uno de los atributos de las ciudades medievales.

La larga historia de Avilés tiene momentos cruciales. Uno de ellos, en 1478, cuando un devastador incendio asuela la villa. El fuego se llevó por delante la mayor parte de las construcciones intramuros y tan sólo se salvan la iglesia parroquial y algunas edificaciones nobiliarias.

aviles_0004.jpgHay un antes y un después de aquel incendio, que supone «el fin del periodo medieval» y el inicio «de la expansión urbana moderna». Las décadas finales del siglo XV sirven para reconstruir el caserío destruido. Desde la Corte de los Reyes Católicos se ayuda con la concesión de un mercado libre de alcabala, tributos que se debían pagar al fisco por determinadas compraventas.

Ya muy avanzado el siglo XVI Avilés estrena traída de aguas. La villa costera más antigua del norte de España ejercía de puerto de Oviedo, una relación constante y ya por entonces secular. Desde Avilés se distribuían paños y sal, entre otras muchas mercancías que llegaban por vía marítima, y se embarcaban productos asturianos como naranjas, limones y avellanas. La sal era imprescindible para la vida y el alfolí (almacén de sal) de Avilés era de los más importantes del país. Cuando a partir de 1573 se construye el puente de los Pilares, que unía las dos orillas de la ría, se concretan en sus tres ojos desiguales y en su cuidada sillería las ansias de expansión de una villa que viviría poco tiempo después, ya en el siglo XVII, su gran época. El crecimiento urbano va a convertir a Rivero y Galiana, las vías que iniciaban la comunicación con Oviedo y Grado, respectivamente, en calles. Es un proceso lógico porque «cuando se rompe la muralla lo primero que se ocupa son los caminos ya consolidados». 

aviles-pretende.jpgAquel Avilés de antes del incendio era «una villa encerrada en su muralla, sin apenas extensión urbana, con un caserío abigarrado y mucha casa de comerciante. Es una típica villa comercial cantábrica, con un único suburbio exterior, el de Sabugo, donde habitaban los pescadores». La estructura urbana siempre la marca la orografía y en el caso avilesino de forma muy especial. «Solamente había opción de crecer por el Sur».

La ría es la razón de la existencia de la villa y también de su esplendor, «pero a partir del siglo XVII las necesidades de mayor calado de los buques marcan una limitación insalvable». Habría que esperar a mediados del siglo XIX, cuando la canalización de la ría abre la puerta al primer ensanche urbano.

A principios del siglo XVII Avilés cuenta con unas 380 familias, pero termina la centuria con unas 900. Una eclosión demográfica que no prosigue, al menos no con esa intensidad, en el siglo XVIII, que finaliza con unas 1.200 familias. En 1677 es inaugurado el nuevo edificio del Ayuntamiento. Junto a él se abría el hospital de San Juan. «La reconstrucción del viejo hospital estaba pensada para integrar también en la nueva obra Audiencia, cárcel y capilla», además de sus usos sanitarios. El Ayuntamiento (lo llamamos Regimiento) estaba compuesto por regidores, equivalentes, con todas las reservas, de los actuales concejales, pero con mucho más poder. El Regimiento era el cuerpo de regidores, es decir, lo que podemos conocer como la Corporación municipal. El corregidor es algo parecido al delegado del rey, con atribuciones judiciales. Los corregidores provenían de la Chancillería de Valladolid, alto tribunal de justicia del Reino.

El poder municipal está en manos de oligarquías cerradas y nobiliarias. En España la venta de cargos municipales por parte de la Corona era habitual y generaba importantes beneficios. Se sucede desde el reinado de Carlos I al de Felipe IV. Invertir en cargos era habitual entre la nobleza. Construir un palacio en Oviedo en los siglos XVI o XVII podía suponer un desembolso de más de treinta mil ducados, lo que hipotecaba a la familia durante generaciones. Acceder al poder municipal era para muchos un mero eslabón en su escalada hacia la Corte.

Y por encima de los regimientos está la Junta General, «que representa y gobierna la provincia, que es la unión de concejos que son, asimismo, la unión de la justicia y el gobierno de los pueblos con los que se identifican». La Junta coordina, vela por el cumplimiento de la normativa real y presta servicios monetarios y militares.

AVILÉS. Texeira dibujó cientos de mapas, desde una perspectiva imposible para aquellos tiempos. En Avilés se recrea en la profundidad de la ría..jpg

En las guerras carlistas algunas partidas pasaron por la villa, como la del general Sanz. En el siglo XIX se construye la dársena de San Juan de Nieva, nuevas industrias como la fundición de Arnao y telares, se trae el telégrafo, y ferrocarril y se deseca la ría en la zona donde se ubica actualmente el parque del Muelle, uniendo el núcleo marinero de Sabugo y la Villa. La industrialización se inicia en el siglo XIX con el asentamiento, entre otras, de la Real Compañía Asturiana de Minas en el vecino municipio de Castrillón, cuyos productos son comercializados por el puerto de Avilés que, a pesar de su nombre ocupa también terrenos castrillonenses.

La zona más antigua de Avilés-La Villa se encuentra en una ligera elevación junto a las marismas que se generaban en los márgenes de la ría, lo que permitía su protección frente a la subida de la marea.

Desde época medieval estuvo rodeada por una muralla que se derribó en el siglo XIX. Sin embargo, la existencia de la muralla no impidió el desarrollo de diversos núcleos anejos al centro primitivo, como los arrabales de Rivero y Galiana, desarrollados hacia el suroeste en el siglo XVIII, y el arrabal de marineros y pescadores de Sabugo al norte, frente a la ría, del siglo XIX.

Avilés se configura durante toda la Edad Media como la segunda ciudad de Asturias. La villa medieval se rodeó de una muralla, que fue demolida en 1818. En la zona norte se abría un brazo de la ría que separaba la ciudad del arrabal de marineros y pescadores de Sabugo.

La primera expansión urbana de la era moderna se desarrolló entre los años 1818 y 1894, con el derribo de la citada muralla medieval, que databa del siglo XIII de trazado circular y con un perímetro de 670 metros.

En 1826 se construyó un camino de ronda sobre las marismas, que ya habían sido desecadas, entre la antigua Villa y la ría. A partir de 1868 se acometió el saneamiento y urbanización de las marismas que rodeaban el núcleo urbano.

Después de la demolición de la muralla y la posterior desecación de las marismas, se trazaron nuevas calles que rodeaban el casco primitivo y se produjo una importante expansión de la trama urbana que ocuparía los espacios libres entre El Sabugo y la primitiva ciudad -la Villa-, vinculados al construirse sobre las marismas de Las Aceñas, la Plaza Nueva (actualmente de los Hermanos Orbón) y el parque del Muelle. También se construirían el parque del Retiro, sobre las marismas de Las Meanas, la plaza del Pescado (en la actualidad de Santiago López) y la calle de la Cámara, que uniría la plaza del Ayuntamiento con el barrio de El Sabugo.

Desde finales del siglo pasado se desarrolla sobre la carretera de Oviedo abierta en 1847, el barrio de Villalegre, conjunto de residencias de lujo unas de veraneo y otras de residencia de indianos avilesinos. A finales del siglo se establece el enlace entre la villa y Sabugo desecando la marisma que los separaba y trazando las manzanas que cierran el mercado y el nuevo parque con arreglo al Plan de Ensanche de 1895, que actuó como elemento generador del crecimiento del casco y según el cual se trazó la unión de la villa y Sabugo mediante la creación del parque del muelle y la apertura de la calles del Muelle y Rui Pérez.

En este época es cuando Avilés reafirma su papel de ciudad marítima mediante la canalización de la ría y la construcción de la dársena de San Juan de Nieva, terminadas hacia 1890, año en el que se inauguró también el ferrocarril Villabona-San Juan de Nieva, con lo que Avilés pasó a ser un puerto carbonero con algunas actividades industriales implantadas desde mediados del siglo pasado, tales como la fábrica La Vidriera, instalada en 1844 por capitales extranjeros, alguna actividad textil y una importante fábrica de curtidos. A ello se uniría, ya en este siglo, la fábrica del ácido sulfúrico y superfosfatos en San Juan de Nieva inaugurada en 1916. Con ese carácter fundamental de puerto carbonero se mantendría la villa hasta la segunda mitad del siglo actual, añadiendo a ello una función comercial de alcance comarcal, y un papel de residencia veraniega para la burguesía ovetense, que se traduce en la construcción de lujosas villas.

Entre 1895 y 1898 se elaboró un Plan de Ensanche con el objetivo de ordenar el crecimiento urbano de la ciudad. Solo se ejecutó la fase que afectaba al sur, que se llevó a cabo con la expropiación de algunos terrenos que permitieron la apertura de las dos nuevas calles de Llano Ponte y Palacio Valdés, y la prolongación de la del Muelle. La expansión hacia el norte no se iniciará hasta 1943, con la construcción del Poblado de Pescadores, continuada más adelante con la construcción de las viviendas para empleados de Cristalería Española.

La ciudad burguesa- El siglo XIX planteó una profunda renovación de la forma urbana de Avilés. Sobre los vestigios de la ciudad histórica, el Estado liberal y el sistema caciquil ponen la ciudad y su entorno en manos de una burguesía que la moldea según sus intereses, en una etapa que se extiende hasta mediados del siglo XX. Es la época marcada por la demolición de la muralla medieval y la desaparición de monasterios y conventos. La desecación de la marisma permitió la unión física de la villa y Sabugo y la construcción de un modesto muelle local. A finales de siglo se establece la barrera ferroviaria, que deja una cicatriz en el plano que aún perdura.

En 1891 se instala el alumbrado eléctrico, siendo la por aquel entonces villa burguesa uno de los primeros lugares de España en disponer de este servicio. En 1893 el Doctor Claudio Luanco crea la fiesta del Bollo, que sigue celebrándose con gran arraigo popular. El siglo XX marca el despegue industrial de Avilés, con sucesivas ampliaciones del puerto. Acontecimientos como la Revolución de 1934 y la Guerra Civil dejaron su rastro de muerte en Avilés.

Aviles GE4.jpgSin embargo, la mayor transformación urbanística de Avilés se iniciaría en 1950 con la creación de ENSIDESA.

El complejo industrial de Avilés se consolidó en los años 50′ con la instalación en ambas márgenes de la ría homónima de grandes plantas productivas, como la siderúrgica de Ensidesa (1951), que más tarde se llamaría CSI, Aceralia y hoy en día ArcelorMittal, o las pertenecientes a Cristalería Española (1952), a la Empresa Nacional de Aluminio (1958), posteriormente llamada Inespal y más tarde Alcoa, a Asturiana de Zinc (1959), o a la reconvertida Real Compañía Asturiana de Minas, en Arnao, absorbida con el tiempo por la anterior y ambas asentadas en Castrillón. A éstas se le añadieron muy pocas más hasta los últimos años de los ochenta, período en el que, a la crisis de las grandes plantas productivas, le sucedió una notable diversificación del sector industrial, aunque no tan amplia como era de esperar.

«…La industria siderúrgica en Asturias estuvo en sus orígenes impulsada por el capital privado de origen foráneo y ligada a los intereses de la minería del carbón, ambas actividades estrechamente relacionadas entre sí y muy dependientes de los transportes terrestres, en particular ferrocarril, y marítimo, requisito para el que Asturias creó infraestructuras privadas y públicas a lo largo de los siglos XIX y XX. En este contexto de industrialización basada en producciones básicas (carbón, hierro y acero), los poderes públicos actuaron en las primeras etapas como meros catalizadores del proceso. Sin embargo, a partir de los primeros años cuarenta del siglo XX, la obsesión del régimen franquista por la industrialización a ultranza propició la entrada masiva de capital público en la región, que fue “elegida” como emplazamiento preferente de la industria de cabecera nacional, necesaria para impulsar el despegue de la industria transformadora española, llamada a ser el soporte del crecimiento económico y el progreso social en un contexto de autarquía, de economía cerrada y dependiente en extremo del consumo interno…»
«…el proyecto industrial franquista en Asturias ha legado un espacio siderúrgico en la zona centro-litoral de la región que desde su construcción en los años de 1950 ha condicionado la evolución de Avilés y Gijón como ciudades portuarias e industriales, dando lugar a una singular organización del espacio en torno a las instalaciones siderúrgicas, voraces consumidoras de suelo e inductoras de nueva obra civil, de infraestructuras de transportes y comunicaciones y del desarrollo de viviendas para obreros y empleados de todas las categorías. Aun cuando en la actualidad la presencia de la actividad siderurgia se ha transformado profundamente, una parte de los terrenos y edificios nutren el patrimonio cultural de ambas ciudades, en particular en Avilés debido al cierre y desmantelamiento de buena parte de las instalaciones de la antigua Ensidesa. Este hecho, por otra parte, enlaza con procesos observados en la mayoría de las ciudades que fueron escenario de una industrialización intensa a partir de actividades de industria básica y pesada, que llegaron a organizar un amplio territorio a su alrededor, alterando modelos de organización del espacio (poblamiento, usos del suelo y formas de propiedad de la tierra, estructura demográfica, red de transportes y comunicaciones, tamaño y funcionalidad urbana) que generan estructuras territoriales sometidas a la lógica de la gran empresa y que son el origen de un patrimonio que hoy adquiere visos de recurso cultural, aunque no siempre se percibe, defiende y protege como tal…»
Paz Benito del Pozo y José Luis Carrera (2010), Departamento de Geografía y Geología
Universidad de León. El impulso del franquismo a la siderurgia en Asturias y su eco patrimonila.

La ciudad industrial – A mediados del siglo XX el entorno de la villa de Avilés experimentó un proceso súbito de industrialización que transformó por completo la fisonomía urbana. La repentina explosión demográfica condujo a un urbanismo de urgencia marcado por la falta de planificación, la carencia de infraestructuras y la segregación sociolaboral. Al finalizar la Guerra Civil, Avilés seguía siendo una pequeña villa portuaria de limitada base industrial. La irrupción de algunas grandes industrias en las proximidades de la ría de Avilés, como Ensidesa, modificó de manera sustancial la evolución de su forma urbana. El resultado final fue una amalgama de polígonos y poblados mal comunicados entre sí y con la villa de Avilés, que crecieron de forma espontánea en medio de una creciente degradación ambiental.

En una década la población pasó de 21.300 habitantes en 1950 a cerca de 49.000 en 1960, con el consiguiente problema de alojamiento.La falta de previsión fue total, generándose un caos que obligó a una acelerada improvisación por parte de las autoridades estatales y de la propia ENSIDESA. Entre 1954 y 1965 el Plan Sindical de la Vivienda levantó los poblados obreros de Francisco Franco o la Texera, José Antonio, La Carriona y La Pedrisca. A través de la iniciativa de cooperativas se construyeron los poblados de San José Artesano, Portuarios y El Pozón. También los promotores privados participaron con la construcción de los barrios obreros de Versalles y la zona de Domingo López, en Villalegre.

A pesar de que los nuevos barrios paliaban la carencia de alojamiento para la población obrera inmigrante, la nula planificación se tradujo en la ausencia de dotaciones y equipamientos urbanos, educativos, sanitarios, deportivos y culturales. Esta situación solo se fue resolviendo con el paso de los años y de manera lenta y parcial. Además, esta situación se agudizaría debido a la mala calidad de los materiales de construcción utilizados y a la desconexión entre los diferentes núcleos con el centro urbano de Avilés a causa de la escasa red de comunicaciones.

En 1975, pasados 20 años del asentamiento de ENSIDESA (actual Aceralia), los efectos de la industria siderúrgica eran ya más que notables en la fisonomía de Avilés y en el entorno de su ría. Se había generado un nuevo espacio urbano, transformando el viejo casco de la ciudad, agregándose poblados obreros en la periferia y consolidándose los núcleos ya existentes (Villalegre, Miranda, Salinas y Piedras Blancas).

Barrio de La Luz. El poblado de La Luz, comenzado a construir por iniciativa privada a finales de los 50′, y comprado por el Estado al término de su construcción en 1962, consta de 2.056 viviendas que se distribuyeron en régimen de alquiler entre los obreros de ENSIDESA con mayor número de hijos.

Entre 1950 y 1959 una gran masa obrera acudió a estos lares encandilada por el trabajo abundante y seguro que la construcción de ENSIDESA ofrecía. Obreros que, ante la falta de viviendas, se instalaban en barracones adyacentes al lugar de trabajo cuyos espacios compartían alternativamente según, incluso, los turnos laborales. Condiciones duras éstas, difíciles, conocidas por el nombre de “los años calientes”. Cuando un obrero dejaba su hueco en el barracón para acudir al trabajo, otro lo ocupaba para descansar no dejando apenas tiempo ni para la ventilación ni, siquiera, para que el calor humano se enfriara”. En este contexto socio-económico tenemos, pues, que situar el nacimiento del Barrio de La Luz. A diferencia de los barrios de Villalegre, La Carriona o Llaranes que surgieron a partir de núcleos urbanos o rurales ya existentes, el de La Luz arranca de la nada, es totalmente nuevo, no procede de un asentamiento anterior. Su nacimiento tiene sólo que ver con unas circunstancias que le son características y propias, como las antes apuntadas, o que responden en lo general al aumento de la densidad de población, a la paternidad de los “laboratorios sociales” de ENSIDESA y al asentamiento con claros tintes de segregación laboral de un tipo o clase de mano obrera, no cualificada. ENSIDESA tiene en su haber la mancha de haber tratado a sus trabajadores de manera harto clasificatoria y diferenciada, según se tratase de directivos, técnicos o peones del humo. A nuestro Barrio de La Luz le cupieron los honores últimos.”

El barrio de La Luz debe entenderse, por tanto, como un proyecto privado netamente especulativo cuyo resultado final nada tuvo que ver con lo inicialmente proyectado y ofertado. Los modelos urbanísticos para los nuevos barrios obreros estaban definidos en la España de los 50′ a través del Instituto Nacional de la Vivienda y de la Obra Sindical del Hogar. Se proponía el bloque exento de doble crujía, liberando el suelo circundante para uso dotacional y viales, siguiendo la inspiración de la ciudad-jardín y del Funcionalismo.

Los orígenes del barrio de La Luz pueden establecerse a partir de las intenciones de un constructor que adquirió unos terrenos para edificar en ellos. Dado que el barrio de Llaranes no podía albergar a todos los trabajadores de la Empresa, dicho contratista, llamado Domingo López Alonso, vecino de León, proyecta construir otro barrio al que denomina “Nuevo Avilés” y al que diseña como un nuevo modelo de villa. Del primer proyecto de 5.000 viviendas a construir en la ladera Noroeste del Monte de La Luz, sólo se construyen 2.056 que agrupadas en 95 bloques constituyen hoy la configuración del Barrio de La Luz.

ENSIDESA sacó de sus “laboratorios sociales” la idea de construir los barrios en diferentes lugares de Avilés. Realizó una segregación social del espacio urbano. De este modo colocó en Llaranes y La Luz a los obreros, mientras que a los técnicos, peritos e ingenieros los situaba en edificios tales como La Estrella, en el Pozón, y La Residencia de Ingenieros, en la subida de San Cristóbal.”  “Existían cuatro categorías de traba-trabajadores en la Empresa:

1ª  – La formada por los directores, técnicos, ingenieros..
2ª – La formada por técnicos de grado medio, como jefes de taller,administrativos,analistas…
3ª –  Obreros cualificados (Oficiales de 1ª y 2ª)
4ª – Personal obrero sin cualificar, como oficiales de 3ª y peones. “

Al tiempo que se producía esta densificación en el centro, emergían dos zonas contiguas, que se configuraban como nuevas zonas residenciales: Las Meanas-Quirinal, y Carbayedo Nuevo. La crisis de la siderurgia de los 70′ del siglo XX, que supuso la pérdida de más de 12.000 puestos de trabajo, se vio compensada con el crecimiento del sector terciario, que permitió que pasados veinte años se mantuviera en la ciudad la misma población que al comienzo de la crisis. (85.000 h.)

Poblado de Llaranes. Al amparo de la construcción de ENSIDESA se desencadenó un intenso proceso inmigratorio que supero ampliamente la capacidad de Avilés para acoger a tan amplio volumen de personas. Debido a la necesidad urgente de viviendas se fueron diseñando en las proximidades de las fábricas diferentes modelos de grupos residenciales para dar alojo a los trabajadores, a través bien de promociones oficiales o privadas. En algunos casos los asentamientos eran tan espontáneos que daban lugar a fenómenos de chabolismo e infravivienda.

El primer ejemplo de barrio obrero lo constituye el poblado de Llaranes, en las cercanías de Ensidesa, que se comenzó a construir en 1953 y se concluyó en 1957. Se trata de un conjunto de 1.103 viviendas en un diseño que comprende espacios verdes, deportivos, iglesia, plaza mayor, mercado y servicios varios.

“Ensidesa encargó a los arquitectos J. M. Cárdenas Rodríguez y F. Goicoechea Agustí, en 1951, la construcción del poblado central de Llaranes concebido como un pueblo independiente, con escuelas, mercado, estadio deportivo, piscinas, parques, local para espectáculos, hogar sindical y Plaza Mayor.Cárdenas y Goicoechea firmaron conjuntamente el proyecto en su totalidad. Sin embargo, cabe destacar que la iglesia es obra de Cárdenas mientras que el “colegio de niños” y el parque infantil fueron obra de Goicoechea. El “colegio de niñas”, la Plaza Mayor y el economato entrarían en el grupo de proyectos compartidos.

El proyecto del Mercado, conocido popularmente como El Economato, data de 1956, pero sería el último de los edificios singulares en terminarse. No se inauguraría hasta 1962. Con anterioridad fueron habilitados para ese uso los bajos de la Plaza Mayor, cuyo destino inicial, nunca del todo logrado, fue su uso para el comercio privado.

Se proyectaron diferentes tipos de vivienda dentro de una homogeneidad de conjunto. Los bloques “A” tienen 3 plantas y 12 viviendas. Los bloques tipo “C” y “D” son los más abundantes en el poblado. Constan de 8 o 16 viviendas dispuestas en forma de “U” y pareadas dejando un jardín en medio. Menos abundantes y con sus jardines son las viviendas tipo “H” o de “capataces”. Se trata de viviendas ligeramente mayores que el resto de las del poblado, en bloques de cuatro, dos bajos y dos pisos, y con una fisonomía que les daba un cierto aire de “chalés”.El aspecto nórdico que le conferían los tejados de pizarra fue fruto de la casualidad. En la idea inicial las cubiertas estaban proyectadas en teja árabe de color rojo. Una oportunidad que surgió para Ensidesa provocó el cambio.

El poblado se inauguró el 18 de julio de 1956. En 1959, año en que se termina casi por completo el poblado de Llaranes, finaliza la fase de construcción de Ensidesa. El responsable de Asuntos Sociales de Ensidesa, en su despacho de la Plaza Mayor, ejerció siempre unas funciones de “alcalde” sobre Llaranes que siempre tendieron a considerar los poblados como una entidad autónoma. Un alcalde, además, con casi todas las prerrogativas de tal, ya que contaba con su propia Guardería Jurada, que era la máxima responsable del orden en los poblados. Orden que se establecía de acuerdo a criterios propios y por normas que el mismo Departamento dictaba.

Llaranes disponía en esa época de 1.324 viviendas y estaba totalmente urbanizado: calles, alcantarillado, iluminación, etc… y con todos los elementos de una vida independiente. El servicio público se hallaba concentrado en la Plaza Mayor, centro del mismo, conteniendo estafetas de Correos y Telégrafos, Central telefónica, Farmacia y una sucursal bancaria. Poseía otros locales que se usaban como economato provisional y que serían ocupados, al menos eso era lo previsto, por distintas ramas del comercio.

El proceso de “privatización” de las viviendas fue complejo. La primera venta efectiva se realizó el 10.8.1990. A finales de 1993 se había realizado el grueso de la operación.Además de las viviendas, la Empresa tuvo que transferir al ayuntamiento de Avilés las infraestructuras y suelo común. La cesión se firmó el 29.3.1995. La red eléctrica se cedió a Hidroeléctrica del Cantábrico y los inquilinos tuvieron que hacerse cargo de los pagos a partir de 1998.”

La ciudad de la democracia. La evolución del plano de Avilés en las últimas décadas está marcada por la tendencia a corregir los desequilibrios generados durante el desarrollismo mediante la integración de los barrios periféricos, la reordenación de los espacios urbanos e industriales, la recuperación ambiental y la mejora de las infraestructuras, pero la ciudad también ha vivido acentuados procesos de densificación y sustitución de edificaciones previas. El uso generalizado de los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) marcó una nueva etapa en la evolución de las ciudades españolas. En Avilés, donde las consecuencias de la industrialización acelerada fueron particularmente acusadas, ese cambio de tendencia se aprecia a partir de los años 80′.

En una época de escaso crecimiento demográfico, y con grandes baldíos interiores, la ciudad se ha expandido muy poco, y no han faltado agudos procesos de sustitución de edificaciones anteriores. Pero también se ha conseguido reducir en parte el grave problema que suponía la segregación espacial de los barrios marginales mediante la compactación de los espacios intersticiales. Paralelamente se han promovido medidas para reducir de manera drástica los elevados niveles de contaminación de épocas precedentes.

La tercera etapa empieza con la aparición de la famosa «Reconversión Industrial», es decir, otra forma de llamar al cierre de industrias (Ensidesa, Cristalería, Inespal, etc) y a las reducciones masivas de plantillas. Debido al crecimiento industrial la ciudad se convirtió en una trampa para la salud (contaminación de la ría, emisiones a la atmósfera, viviendas en las inmediaciones de las chimeneas, etc). Los valores guía admitidos para algunas sustancias eran rebasados de formas espectacular. En diciembre de 1979 los valores en materias sedimentables superaban en 300 veces el valor máximo permitido. En enero de 1981, Avilés fue declarada Zona de Atmósfera Contaminada. Era la ciudad española más contaminada, lo que producía un alto número de enfermos de asma.

Hoy en día la ciudad, con la recuperación medioambiental de la ría y del casco histórico, trata de recuperar su vocación marinera tradicional.

nueva centralidad.jpgEl futuro de Avilés está ligado a un proyecto de regeneración en la zona de la ría llamado «Nueva Centralidad». En diciembre de 2008, el Principado de Asturias, la sociedad estatal INFOINVEST, el Ayuntamiento de Avilés y el Puerto de Avilés constituyen la sociedad «Avilés, Isla de la Innovación» con el fin de desarrollar urbanísticamente una extensa área de 575.000 metros cuadrados situados en ambas márgenes de la ria de Avilés, originariamente denominada Nueva Centralidad y actualmente conocida como Isla de la Innovación.

Ni el plan de 1895 ni el de 1956 lograron guiar el crecimiento; el último, por un planteamiento excesivamente ambiguo, dio lugar a un aumento sensible de la edificación y a reducciones del espacio libre. Avilés ha crecido movido por un motor especulativo, acelerado por el déficit de viviendas. No ha habido ningún planteamiento adecuado de las consecuencias urbanísticas de la construcción de Ensidesa, empresa que ha llevado a cabo una política constructora de viviendas marcada por una radical segregación social.

Dentro de la trama avilesina destacan los poblados obreros que forman una aureola en torno al centro urbano. el resultado ha sido un hábitat obrero disperso, segregado, inconexo, falto de dotaciones, muy poco en cuanto a construcción, arquitectura y estructura urbana. Todos pueden ser considerados como barrios dormitorios, con especial mención de La Carriona y La Luz, las dotaciones escolares y urbanas aparecen a remolque de las circunstancias.

El municipio de Avilés puede se dividido en varias zonas atendiendo al distinto uso que hagan del suelo: una primera zona es la correspondiente al casco urbano tradicional, anterior a Ensidesa, con un desarrollo horizontal muy reducido y en la que se puede encontrar el centro comercial y administrativo; una segunda zona que comprende el área industrializada, que ocupa la zona nordeste y está flanqueada por las carreteras de Gijón y de Galicia, aquí se incluye el espacio portuario; una tercera zona sería la formada por la residencia obrera, en ella se localizan la mayoría de los poblados y se sitúa al sudeste del municipio.; una cuarta zona podría corresponder con el área de las clases medias, situada al sudoeste, en el sector inmediato al casco urbano tradicional y compuesta por edificios de reciente construcción donde emigran una buena parte de la población con poder adquisitivo medio-alto que antes vivía en la zona primera; una quinta zona se situaría al noroeste y que se corresponde con la residencia de la burguesía local, en el entorno de salinas; una sexta zona situada al oeste, en la corona más exterior y que se corresponde con el área suburbana de las parroquias de Miranda, San Cristóbal y Valliniello; por último estaría una zona vacía, situada entre la zona de clases medias y la corona exterior oeste y que está destinada a ser ocupada por los nuevos desarrollos de la ciudad, congelados en la actualidad ante la crisis que sufre la ciudad.

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Desde el año 1996 (año de realización del anterior análisis) hasta la revisión del Plan General de 1986 en 2006, la ciudad no había variado prácticamente su estructura. Dentro de la trama avilesina destacan los poblados obreros que formaron una aureola en torno al centro urbano. El resultado fue un hábitat obrero disperso, segregado, inconexo, falto de dotaciones, precario en cuanto a construcción, arquitectura y estructura urbana. Todos pueden ser considerados como barrios dormitorio, con especial mención a La Carriona y La Luz, cuyas dotaciones escolares y urbanas aparecieron a remolque de las circunstancias.

La revisión del Plan en el año 2006 si que ha provocado cambios en la ciudad que han hecho mejorar su imagen y calidad. Esta revisión incide de nuevo en el desarrollo de los suelos comprendidos entre la ciudad consolidada y la ronda oeste (La Magdalena y Gaxín). Para potenciar su urbanización se propone recualificar la actual carretera de La Carriona como un viario estructurante que conecte, por el oeste, la autopista del Cantábrico con el centro de la ciudad además de proveer así a la ciudad de una segunda entrada desde la autopista que permita descongestionar la actual. Por otro lado la revisión ha impulsado el desarrollo de un Ámbito de Planeamiento Remitido a un Plan Especial que se ha denominado, Nueva Centralidad, en el que se está desarrollando un gran Centro Cultural, realizado por un arquitecto de reconocido prestigio, además de una zona residencial. En continuidad con este área se han reclasificado nuevos suelos para el desarrollo de un polígono empresarial e industrial para tratar de activar el tejido productivo, que se localiza en la margen derecha de la ría, a continuación de los altos hornos de la antigua Ensidesa (actualmente Arcelor).

Junto con estas operaciones de gran envergadura se han venido realizando otras de menor repercusión en las que se ha intervenido en los tejidos residenciales más desfavorecidos mediante la reurbanización de las infraestructuras y la mejora de la red de equipamientos y zonas verdes tratando de solucionar los problemas de accesibilidad urbana y social de los barrios más aislados de la ciudad.

En el informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas” (Ministerio de Fomento‐Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, ‐ HERNÁNDEZ AJA, AGUSTÍN (director) 1996) se identifican los siguientes barrios vulnerables: en 1991 son 1.‐ Sector Buenavista‐La Carriona, 2.‐ Sector Avilés Norte y 3.‐ La Luz; y en 2001 son 1.‐ La Magdalena‐San José Artesano, 2.‐ La Luz, 3.‐ LA CARRIONA, 4.‐ SECTOR NORTE: REBLINGO, BARRIO JARDÍN, LA XANA, EL NODO, y 5.‐ SECTOR SURESTE: VILLALEGRE, EL POZÓN, LLARANES, BUSTIELLO, 6. SECTOR VILLAVERDE-BARRIADAS

Barrio La Magdalena-San Jose Artesano

La Magdalena‐San José Artesano. El barrio se ubica al suroeste del casco histórico. Limita al norte con el antiguo recinto amurallado, hoy Avenida de Cervantes, muy cerca del Parque de Ferrera. Por el este la calle de la Magdalena limita con el barrio de Versalles, por el sur limita con la Avenida de Leopoldo Alas y por el oeste linda con el barrio de Quirinal del que se separa a través de la calle del Río San Martín y la Avenida de Portugal.

Dentro del barrio se distinguen dos áreas con diferente origen y desarrollo. La más antigua es la que se corresponde con una parte del barrio de Buenavista en el que se ubica el Grupo de José Antonio, que fue el primer poblado del Plan Sindical de la Vivienda. Se levantó entre 1954 y 1956. Como el resto de los poblados del Plan Sindical Surgió para acoger el aluvión de trabajadores de Ensidesa, a los que la empresa no había dotado de vivienda. Junto a él y prácticamente coetánea se localiza la Barriada de San José Artesano, promoción de cooperativa de trabajadores de la siderurgia. La zona más al este del barrio delimitado se construyó en los años 70′ combinando promociones de viviendas públicas para el realojo de población de etnia gitana y promociones privadas destinadas a población de clase media.

En la zona de Buenavista las promociones conocidas como “viviendas sindicales” de José Antonio y San José Artesano constituyen un núcleo de 495 viviendas (184 viviendas la primera y 312 la segunda). El grupo José Antonio consta de 23 bloques de 4 plantas y dos viviendas por planta mientras que el barrio de San José Artesano presenta una tipología distinta con viviendas de acceso en galería. Esta zona se asienta en una ladera de desigual pendiente, situándose el mayor desnivel en la zona alta de acceso. La trama de calles es caótica fruto de la ordenación de los bloques y del desnivel. La zona conocida como La Magdalena comparte con los polígonos de los años cincuenta el eje de la calle de Sabino Álvarez Gendin, en el que se ubican diversos equipamientos además del parque de La Magdalena. Esta zona se ubica sobre un terreno llano donde la edificación de bloque abierto se organiza siguiendo una estructura ordenada de bloques lineales paralelos entre sí orientados en dirección norte‐sur. Los bloques llegan a alcanzar las siete plantas, liberando siempre la planta baja para locales comerciales y soportales. Dentro del espacio de manzana libre se localizan pequeñas dotaciones y plazas ajardinadas.

Barrios muy populares con carencias y nivel socioeconómico bajo, sin especial conflictividad salvo por los problemas de convivencia con algunas familias de etnia gitana que residen en la zona de la Magdalena.

Barrio La Luz

Barrio Vulnerable – La Luz – AVILES

La Luz. Se trata del segundo gran poblado construido por la empresa Ensidesa donde se puso en práctica una nueva fórmula de promoción inmobiliaria por parte de la empresa pública. Fue un promotor privado, Domingo López Alonso, el encargado de su realización. Se empezó a construir cuando ya se habían entregado las viviendas del poblado de Llaranes en 1957 y no se terminaron hasta 1962. Ante el escaso poder adquisitivo de los obreros, los pisos no se vendieron y Ensidesa adquirió la totalidad del poblado al promotor repartiendo las viviendas en régimen de alquiler a aquellos trabajadores con mayor número de hijos. En la actualidad, las viviendas han sido adquiridas por sus antiguos inquilinos.

Barrio situado en el sudeste de la ciudad, al sudoeste del núcleo de Villalegre y muy cerca del límite entre municipio de Avilés y el de Corvera. Esta barriada se levantó sobre unos terrenos situados en Villalegre y la ermita de la Virgen de la Luz en la ladera noroeste del Monte de La Luz.

Se trata de una zona homogénea separada físicamente de la ciudad, que alberga 2.056 viviendas agrupadas en 95 bloques de 5 plantas y 4 viviendas por planta. Los bloques de gran desarrollo longitudinal se disponen en paralelo siguiendo más o menos las líneas de igual pendiente en la parte más elevada de la ladera. La separación entre los bloques es mínima y ofrecen una fachada a modo de barrera visual desde el acceso inferior que comunica con la ciudad. En la parte posterior la ordenación es menos regular con bloques más pequeños e incluso algunas construcciones no coetáneas. El viario es estrecho y, en algunos puntos, de mucha pendiente.

Uno de los problemas fundamentales del barrio es el de la accesibilidad. Se trata de un enclave
aislado de la ciudad tanto por su lejanía del centro como por su localización en la parte alta del Monte de la Luz. Actualmente está conectado mediante transporte público con el resto de la ciudad. El acceso peatonal al recinto del barrio se puede realizar a través de varios tramos de escaleras desde la carretera, lo que dificulta la movilidad de los vecinos y sus relaciones con el resto de la ciudad, sobre todo de los ancianos. Las edificaciones son de mala calidad y de reducido tamaño, entre 45 y 63 metros cuadrados que, unido a que las viviendas fueron entregadas a los trabajadores con familias más numerosas, provoca que el grado de hacinamiento pueda ser elevado. En la actualidad se han rehabilitado las fachadas de un buen número de edificios. La falta de calidad del espacio público es una característica del barrio, en muchos casos, el espacio público es inexistente y se reduce a la vía de acceso a los portales. Los espacios de relación y estancia son mínimos y carecen de las condiciones de soleamiento adecuadas, como es el caso de la pequeña zona situada en el acceso orientado a Noroeste, bastante umbroso y húmedo.

SECTOR VILLAVERDE-BARRIADAS. Zona mixta con predominio de la promoción pública de los años 50 que coincide con las barriadas de Ensidesa y de la Obra Sindical del Hogar. El resto, Villalegre y Bustiello, parcelación periférica con origen en los 40-50 y algunos reductos de parcelación de origen rural.

Se trata de una amplia zona que engloba diferentes barrios caracterizados en su mayoría por tratarse de barriadas industriales homogéneas y aisladas del resto de la ciudad. En los espacios situados entre las diferentes barriadas se ha producido un proceso de colmatación desigual que ha creado una trama caótica y desordenada fruto de la yuxtaposición de pequeñas promociones mal comunicadas entre si y con abundantes solares vacíos.Como la mayoría de los polígonos de vivienda social de la época se caracteriza por la baja calidad de construcción. Se trata de una zona popular de trabajadores, pero sin demasiados problemas. Hay bastante dinero como consecuencia de las prejubilaciones según nos comentaban.

La Pedrisca y La Carriona, se construyen entre 1960-1965 y entre 1955-1959 respectivamente. La Carriona edificado sobre el antiguo cementerio de Avilés surge como asentamiento de emergencia con un carácter provisional para acoger a los trabajadores marginales de las obras de saneamiento de la ría y de la construcción de la fábrica. La zona de La Carriona se compone de dos promociones del Plan Sindical de la Vivienda: La Pedrisca y La Carriona. La primera de ellas asentada sobre una estrecha vaguada alberga a 504 viviendas aprisionadas en la hondonada en bloques de tres plantas y con viviendas de 48 m2 útiles. Contigua a ésta, se construyó la barriada de la Carriona con un carácter temporal para erradicar un conjunto de barracas y chabolas. El resultado es que se trata de una de las barriadas más marginales y degradadas de Avilés con 340 viviendas de 29 m2 útiles.

POBLADO DE PESCADORES, BARRIADA CRISTALERÍA, REBLINCO, LA MARUCA. Zona mixta y heterogénea, incluye promociones sobre suelo público de los 40-60 como son los poblados de Pescadores (realizados por la Cofradía de Pescadores) y los de Cristalería (realizada por la empresa Cristalería Española para sus trabajadores), restos de parcelaciones rurales dispersas, viviendas unifamiliares de las últimas décadas y alguna promoción privada de bloques en medianería sobre una parcelación en itinerario. Con excepción de los restos de disperso semirural, el resto del área se corresponde con desarrollos posteriores a los años 50. La mayor parte de la zona se desarrolló a partir de 1954 cuando se construyó el poblado de Pescadores. Hasta la fecha no se había producido la expansión de Avilés hacia el Norte. A raíz del emplazamiento de la empresa Cristalería Española, la empresa levantó un poblado de obreros a partir de 1952 en la zona del Jardín de los Cantos y una urbanización para técnicos en la Maruca.

Posteriormente, la empresa volvió a construir a principios de los años 70′ una nueva promoción en la parte alta de la ladera del Jardín de los Cantos. Estas actuaciones propiciaron el crecimiento de Avilés hacia el norte Zona situada en el borde izquierdo de la Avenida de Lugo, en la salida de la carretera hacia Galicia, al norte de la ciudad tradicional.

Se trata de una zona heterogénea fruto de un desarrollo longitudinal a lo largo de la carretera de Galicia y sin apenas calles laterales. Con una pendiente muy acusada, las diferentes promociones que conforman el área se van descolgando en la ladera del llamado Jardín de Cantos. En el lado derecho de la carretera, menos compactado, se han ido colocando talleres y naves de almacenamiento y algunas pequeñas promociones de iniciativa privada.

Las viviendas de Cristalería para los trabajadores se distribuyen en pequeñas agrupaciones a lo largo de la ladera del Jardín de Cantos. Las 416 viviendas construidas a partir de 1952, escalonadas en grupos de 20 y 24 viviendas, son edificios bajos de desarrollo longitudinal. En la parte alta de la ladera se localizan las torres de los años 70 sobre suelos de Cristalería cedidos a una cooperativa de sus trabajadores. Las torres de gran altura presenta una planta baja d garajes y portales. La zona de la Maruca está incluida en el ámbito pero no se recoge como barrio vulnerable, por tratarse de una urbanización de 43 viviendas pareadas para los técnicos , ingenieros y empleados superiores de la fábrica de Cristalería. En esta zona se mezcla bloques de diferentes épocas realizados por la Cofradía de Pescadores de Avilés. Forman un conjunto homogéneo con bloques de 3-4 alturas de una sola crujía y de dos crujías escalonadas, junto a otros bloques lineales, en el borde norte, de 4 alturas y semisótano de viviendas con patio inglés, e incluso algunas viviendas de 1-2 plantas. Recuerda la imagen de las ciudades industriales inglesas.

Otro de los barrios incluidos en el ámbito es el del Reblinco. Se trata de una zona muy marginal, con un origen semirrural que ha quedado aislado entre las vías del ferrocarril y con un precario acceso.

Barrios muy populares con carencias y nivel socioeconómico bajo. Sin especial conflictividad salvo la zona de Reblinco considerada el foco de la marginalidad en Avilés. Zona desordenada y caótica, con agrupaciones populosas dispersas. Presentan deficiencias en la accesibilidad y movilidad interior. Se encuentran aisladas unas de otras y en ocasiones, véase el caso de Reblinco, del resto de la ciudad. Se está produciendo un proceso de sustitución de la población en las viviendas de Cristalería. Éstas una vez amortizadas por sus antiguos moradores, son vendidas a parejas jóvenes sin muchos recursos. En la zona de Reblinco este mismo proceso de sustitución de la población se produce como consecuencia del abandono de sus antiguos habitantes como consecuencia de la degradación que ha sufrido. En su lugar, aparece nueva población marginal.

Avilés además tiene 2 grandes sectores de suelo en desarrollo residencial, UZ.PR-1 Gaxín (761.283 m2 de suelo para una edificabilidad de 409.915 m2 para 2.839 viviendas, sin urbanizar ni edificar), y UZ.R-5 La Llamosa (298.200 m2 de suelo para 152.515 m2 de edificabilidad para 1.132 viviendas, escasamente edificadas 20). Pero no son lo únicos, 11.407 viviendas previstas (más de 10.000 pendientes), 1.503.887 m2 de edificabilidad residencial. 409 nuevas viviendas en unidades de actuación (UE), 2.926 viviendas en APE, y 1.424 en APR, además de 19 convenios.

El Plan Especial de protección del Casco Histórico es consecuencia de un proceso iniciado en el año 2001, en conexión con el vigente Plan General de Ordenación. Inicialmente fue concebido como un único Plan Especial, al que se reconocía una doble finalidad de Protección-Conservación y Rehabilitación-Mejora. Sin embargo, como resultado de las revisiones que se fueron sucediendo a lo largo de su proceso de elaboración aquel documento original fue evolucionando, tanto en sus contenidos como en su forma y acabó por cristalizar en la separación de los aspectos de protección respecto a los de mejora. La principal motivación de esta decisión fue la necesidad de adaptación del Catálogo, que formaba parte de dicho Plan Especial, a los Catálogos Urbanísticos definidos en la legislación urbanística asturiana. Las exigencias incluían: requisitos procedimentales, de simultaneidad de tramitación con el Plan General; requisitos de contenido, en cuanto el ámbito de aplicación debía extenderse a la totalidad del Término Municipal; requisitos formales, que exigían que el Catálogo no se limitara a un mero inventario, sino a la elaboración de una ficha individualizada por cada bien catalogado.

«…El territorio de Avilés (comarca formada por Avilés, Castrillón, Corvera y Gozón, este último concejo en su franja de contacto con la ría) presenta notables contradicciones entre los usos del suelo y las actividades desde su industrialización. Su potencial turístico y cultural (basado en el casco histórico, el teatro Palacio Valdés y el Centro Niemeyer), más el atractivo de las playas próximas, se ve mermado por la conservación de elementos siderúrgicos (baterías de coque) y la especialización granelera del puerto, con un entorno industrial desordenado. Las mejoras realizadas no son suficientes: es imprescindible la reorganización de los tráficos entre la ciudad y el puerto, y la construcción de una vía verde (con tranvía y carril para bicicletas) entre el casco histórico y la playa de Salinas. Además de la supresión de las baterías de coque….».
Aladino Fernández García
Profesor Titular de Análisis Geográfico Regional. Universidad de Oviedo

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FotoDestacadosConsultoriaIslaInnovacion_03.jpg8736092El «Plan Estratégico Avilés 2000″ sirvió para reflexionar e identificar las estrategias de desarrollo urbano; la Agenda21 (desarrolla un Plan Estratégico Municipal basado en la integración, con criterios sostenibles, de las políticas ambientales, económicas y sociales del municipio, y que surge de la participación y toma de decisiones consensuadas entre los representantes políticos, personal técnico municipal, agentes implicados y ciudadanos del municipio) Avilés Avanza,  EDUSI (El Pleno del Ayuntamiento de Avilés reunido en sesión extraordinaria ha aprobado por unanimidad la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) de Avilés, documento que recoge 15 actuaciones con las que el Gobierno municipal opta a la financiación de los fondos Feder de la Unión Europea),  «La Isla de la Innovación» (proyecto de transformación de la ciudad de Avilés, diseñado desde un urbanismo estratégico y dinamizador que lo convertirá en un potenciador de la Asturias del siglo XXI. El punto de partida es un territorio con enormes posibilidades, pero en la actualidad muy degradado: el entorno de la ría de Avilés en su parte más urbana. Esta potencialidad, además, se ha visto reforzada con el futuro emplazamiento, en el corazón del ámbito de este proyecto, del Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer, obra del arquitecto brasileño).

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Integración Ferroviaria en Avilés – 2010

Avance del estudio informativo de la integración ferroviaria en Avilés. La solución consiste en una nueva Variante ferroviaria cuyo trazado discurre prácticamente paralelo a la N-632, o Ronda Exterior de Avilés, una Variante conjunta para servicios de viajeros y mercancías, diseñada con parámetros compatibles para ambos tráficos: eliminación absolutamente los tráficos de mercancías por el casco urbano de Avilés, creación de un “anillo” ferroviario que permita el establecimiento de servicios de carácter urbano “circulares” entre Avilés y Castrillón y dotación de un itinerario directo para servicios de FEVE regionales de mayores prestaciones.

La «Regeneración urbanísica y territorial integrada», o «Avilés, entre el declive y la revitalización: ¿en la génesis de un nuevo modelo de desarrollo?», analizan el fenómeno y los síntomas de recuperación, y una nueva gobernanza urbana.

«…acciones innovadoras, tanto en los planos económico como social, que incluyen «la voluntad de invertir en la creación o el desarrollo de empresas, implicarse en iniciativas locales o regionales de gobernanza, e inventar nuevas formas de intervención para contribuir al desarrollo socioeconómico de la colectividad…»

Múltiples actores (Autoridad Portuaria, SEPI-Infoinvest o RENFE, Comisión Europea, Gobierno del Principado, Gobierno de España, Institución Ferial Comarcal, Cámara de Comercio, Asociaciones empresariales, Ayuntamiento, Partidos Políticos, Mancomunidad Turística, Sindicatos, Asociaciones ciudadanas, medios de comunicación y sociedades del conocimiento, Fundación Itma, Fundación Oscar Niemeyer, Fundación Isla de la Innovación, Centro de servicios universitarios…) catalizados desde el Ayuntamiento de Avilés (Avilés por el Empleo 2000-2003, Acuerdo para la Competitividad, el Empleo y el Bienestar en Asturias (periodo 2008-2011), Pacto Institucional por el Empleo en Asturias(2000), Pacto Local Avilés Avanza).

Liderados por el Ayuntamiento, los actores locales han puesto en marcha una serie de estrategias que pueden agruparse en función de si tienen como objetivo: la promoción económica y del empleo, buscando crear una ciudad competitiva; la promoción de la innovación y la cultura, o fomento de una ciudad inteligente; la mejora de la calidad de vida y del medioambiente, en aras de una ciudad más habitable; o el reforzamiento del sistema local, teniendo como meta poner en marcha una ciudad con proyecto.

«…Que el Avilés actual es un enfermo parece algo suficientemente probado, que la salida a su situación actual es incierta, sea para bien o para mal, también. Es decir, que si por algo se caracteriza esta ciudad es por la incertidumbre de su situación, en el momento en que se desmorona definitivamente un modelo económico y social al que la gran siderurgia había acostumbrado a esta comarca (…) La sociedad avilesina asiste apática a este proceso, sin haber tomado conciencia aún de su verdadera importancia y sin poner hasta ahora las primeras medidas que puedan mejorar su destino. No hay demasiadas iniciativas novedosas y las que aparecen nunca logran el consenso suficiente como para llegar a buen término…»
DE LA MADRID, J. C. (1999): Avilés, una historia de mil años. Gijón, Azucel.

La voluntad municipal y la acción directa de los gestores, 1o años después de estas palabras, hacen de Avilés otra realidad. Un PGOU que cristaliza con un nuevo proyecto de ciudad, lejos de la apatía del pasado, aportando iniciativas locales, públicas y privadas. Diversificar la ciudad unidireccional, apostar por el polinucleismo, la cultura en la dinamización urbana, la sociedad del conicimiento, Avilés para el futuro.

Es de los pocos modelos dinámicos de nuestro tiempo, pero, entender Avilés es conocer el punto de partida de un territorio supeditado en otros tiempos a los intereses de la minería del carbón. …Pobre territorio, cómo lo han dejado… Pero esto está cambiando. Felicitémonos y apoyemos las iniciativas, nos gustarán.

Hoy son 80.880 habitantes y un parque residencial de 37.685 viviendas, de las cuales 2.650 viviendas unifamiliares (el 7% del total). Su parque de viviendas aún conserva 4.029 viviendas de los 50′, 9.986 viviendas de los 60′, y 7.068 de los 70′. Un parque realmente envejecido (más del 60% del total tiene más de 40 años). De nuevo cuño, se han levantado en la década prodigiosa 2000-2009, 5.312 viviendas (un 14%), en sintonía con los 90′ (3.787 viviendas) o los 80′ (5.020 viviendas).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.