LINARES, según Catastro, a 1.1.2015, por tamaño y fecha.

tabla LINARES edad+tamaño edificacion.jpgtabla LINARES  2.121996e-314dad+tamaño edificacion.jpg

Estos gráficos representan el Parque Residencial del municipio de LINARES, Jaen.

Son los Bienes Inmuebles matriculados en el Catastro, clasificados por año de inscripción y por tamaño.

Cada barra horizontal representa una década, siendo la más reciente la inferior (2010′), y la más antigua la superior (1920-1929).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Vivienda (la demanda latente: la configuran personas que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo) son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituido un hogar.

LINARES DELVILINARES PIRAMIDEtabla LINARESLINARES CATASTRO 2014-2016.pngLinares INELINARES ALQUILER

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.

Linares GE3.jpgLinares es una localidad y municipio de 197,5 km2 situado en la provincia de Jaén, en la comunidad autónoma de Andalucía, España. Es la segunda ciudad de la provincia en número de habitantes: 59.737 (INE 2015). Una parte significativa de su territorio forma parte de la cordillera de Sierra Morena. Linares se encuentra en el centro geográfico de la provincia de Jaén, y linda con las comarcas de La Loma y El Condado, a poca distancia del Área Metropolitana de Jaén.

Pedanías: Estación Linares-Baeza, La Cruz, La Tortilla, Liñarejos, San Roque y Tobaruela.

Está situada en el noroeste de la provincia de Jaén, entre el sector oriental de Sierra Morena y la parte alta de la depresión del río Guadalquivir, por lo que se pueden apreciar dos zonas bien diferenciadas: la sierra y la campiña. Tiene una situación privilegiada por ser encrucijada de caminos y por su riqueza agrícola, pecuaria y minera.

El río Guadalimar marca el límite municipal con las vecinas poblaciones de Vilches, Ibros, Lupión y Torreblascopedro, al suroeste; mientras que el Guadiel, otro afluente menor del Guadalquivir, la separa, al oeste, de Bailén y Guarromán.

Linares GE1.jpgLinares es la capital de la comarca de Sierra Morena, ocupando su municipio el 14% de su extensión total y sumando el 58% de su población total. Actualmente es una ciudad que se caracteriza por una clara vocación al comercio al haber desaparecido la totalidad de la industria de extracción minera con el cierre de todas las minas durante el final del siglo XX.

La ciudad se encuentra en un pequeño altiplano que desciende desde la zona norte del término municipal, que pertenece a Sierra Morena, hacia el oeste, abriéndose por aquí hacia el valle del Guadalquivir.

La riqueza del patrimonio inventariado en Linares es el resultado de su compleja historia que, protagonizada por la actividad minera, ha estado presenta en todas las fases en las que se estructura la historia del conjunto del Estado.

Hablar de la Prehistoria y de la Historia Antigua de Linares es referirnos al que es uno de los asentamientos arqueológicos más importantes de Europa. Y esto es así porque las circunstancias históricas que rodean a Cástulo, sobre todo en la Época Ibérica, cuando fue capital de Oretania, y Romana cuando se convirtió en una de las ciudades más relevantes de Hispana, así lo indican. La actual ciudad de Linares sucedió a la antigua Cástulo. Sobre los primeros momentos de la ocupación de los entornos de lo que después fue Cástulo tenemos escasa información, aunque las evidencias apuntan a que ya en el Paleolítico Medio las terrazas del Río Guadalimar fueron ocupadas por poblaciones cazadoras recolectoras. Algunos restos líticos y cantos rodados trabajados, así parecen atestiguarlo.

Los orígenes del asentamiento deben buscarse en torno al tercer milenio antes de Cristo y se vinculan a la llamada Cultura de los Silos característica del Valle del Guadalquivir. De nuevo las evidencias al respecto son escasas pero la ocupación debió plantearse mediante pequeños núcleos de campesinos que practicarían una agricultura de rozas con poblados itinerantes vinculados a las orillas del río Guadalimar. Pero es durante el Bronce Medio cuando Cástulo empieza no sólo a ofrecernos una rica información arqueológica, sino que desde este mismo momento parece claro que surge con una entidad que no tiene paralelos en los asentamientos de su entorno, lo que lo convierte en el centro eminente de la Región.

Bien sea por la posición estratégica del Alto Guadalquivir y el papel preeminente de la ciudad, o bien porque la riqueza minera de Linares se convirtiera en un objetivo en sí mismo porque sus recursos podrían ser vitales en el conflicto, o quizá por todas esas razones, lo cierto es que Cástulo se convirtió en un punto neurálgico en el enfrentamiento romano – cartaginés.

Se sabe que los romanos, hacia el año 215 a. C. alcanzan el Alto Guadalquivir, estableciendo entonces un pacto con Iliturgi y poco después conseguían la firma de otro con Cástulo. Pero la reacción cartaginesa no se hizo esperar, y cuatro años después vuelven a ocupar el área castulonense. Posteriormente se reinicia la conquista romana y la firma de un nuevo pacto con Cástulo. El año 206 a. C. se inicia el largo proceso que llevará a la construcción de la Hispania romana, sin embargo las estructuras económicas y de poblamiento continuaron siendo básicamente ibéricas, al menos hasta el cambio de era.

El inicio de la actividad minera y el poblamiento de Linares se reconoce ya en el segundo milenio a.C., si bien los restos antiguos más importantes se asocian a Cástulo, un poblamiento ibérico dedicado al aprovechamiento metalúrgico bajo la influencia fenicia y griega. La época romana, como en el resto de los centros mineros andaluzas, supone un periodo de esplendor tras el cual se registra un decaimiento de la minería hasta el s XV. En el s. XVII se asiste a una profusión de minas, algunas incluso de la Corona, pero no será hasta el XIX cuando se alcance la máxima capacidad productiva, gracias a la aplicación de las tecnologías de la Revolución Industrial y concentración de empresas, que sitúa a Linares a la cabeza de la producción mundial de plomo. Tras la I Guerra Mundial se inicia la decadencia del distrito minero de Linares-La Carolina hasta que en 1991 se cierre la última Mina y todas las instalaciones auxiliares.

Linares cuenta con 8 Bienes de Interés Cultural declarados, siete en la categoría de Monumento, ubicados tanto en el suelo urbano (Palacio de la Calle Pontón, Museo Arqueológico, Iglesia de Sta. María de la Asunción, Torre del Convento de las Esclavas),como en el suelo no urbanizable (Castillo de Tobaruela, Torre de Sta. Eufemia, Torre del Castro de la Magdalena), y uno catalogado como Zona Arqueológica (Cástulo).

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La posición estratégica de Linares junto a importantes y antiguas vías de comunicación, que unían las tierras del Alto Guadalquivir con las áreas levantinas y manchegas, así como sus recursos económicos, tanto mineros, como ganaderos y agrícolas, favorecerían el asentamiento humano. El afianzamiento castellano de la línea de frontera en Sierra Morena, dio lugar a un importante desarrollo urbanístico de las ciudades del Alto Guadalquivir, y a una transformación de la anterior estructura de poblamiento, incrementándose el número de los asentamientos rurales, pero sobre todo aquéllos situados en zonas de fácil defensa, y de aquéllos ubicados junto a caminos, antiguas calzadas, valles de ríos, etc

Tras la Conquista, Linares quedaría integrada dentro de un amplio territorio, perteneciente al Consejo de Realengo de la ciudad de Baeza, una vez consolidado, fueron estableciéndose pobladores venidos de Castilla y León que afianzaron la ocupación del lugar y empezaron a definir un pequeño núcleo rural.
A mediados del S. XVI la Villa de Linares inicia su andadura como villa independiente y con identidad jurídica propia. La imagen de Linares en estos años era, según autores como Manuel Sánchez Martínez o Juan Sánchez Caballero, la de “…un pueblo de casas abigarradas que, extendidas en suave pendiente de este a oeste, dejaban destacarse en primer lugar el castillo, fortaleza con sus seis torres y la antemuralla que le circundaba; un poco a la derecha y a nivel inferior se hallaba la vetusta Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, de traza gótica con influencias del Románico, edificada posiblemente entre los S. XIII y XIV. Relativamente cerca estaba la Iglesia y Convento de Religiosas Dominicas de San Juan de la Penitencia y la Casa Noble de los Dávalos… Casi todas las casas nobles y de hidalgos estaban coronadas por severos torreones de clara influencia castellana…”, y «… “una vida laboral repartida entre el cultivo de las huertas que abastecían a la población, trigo, cereales, olivos y viñedos y la enorme riqueza de las encinas que, en terreno de la sierra ofrecían fruto abundante…”. Casas y calles que, a la altura de 1.564, daban cobijo a algo más de mil vecinos, esto es, alrededor de 4.600 personas.

En el S. XVIII Linares no supera los 1.200 vecinos. La sociedad de la Villa estaba altamente jerarquizada y fuertemente polarizada por la cúspide social en torno a tres grandes linajes, los Benavides, los Ávalos–Biedma y los Corbera. A mediados del S. XVI el número de familias hidalgas ascendía a doce, el 0,25% de las existentes en la Villa, junto al Clero constituían el grupo de los privilegiados de la sociedad linarense.

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A partir del S. XVIII se empiezan a notar síntomas de cambio y movimiento. El Linares de fines de la Edad Moderna, si bien sigue constituyendo un núcleo poblacional básicamente vertebrado en torno a la tierra y la agricultura, no lo es menos que apunta también hacia un cierto florecimiento en otro tipo de actividades, fundamentalmente relacionadas con la minería del plomo, mineral que ya se extrae y comercializa en Linares en estos años, y que tienen como destino la totalidad del Reino, las Colonias americanas o la propia Armada Real. Auge de las explotaciones y fábricas a mediados del S. XVIII que estuvo directamente relacionado con las perspectivas más que halagüeñas que presentó la minería a lo largo y ancho de la segunda mitad del S. XVIII.
Creciente protagonismo de la actividad minera que irá acompañada, desde mediados del S. XVIII, de un crecimiento demográfico y un desarrollo urbanístico paralelos que terminaron en convertir a Linares en uno de los ejes de referencia de la vida provincial, especialmente en el S. XIX, a la par que provocó un claro desequilibrio demográfico en su entorno. La ciudad de Linares pasa de 5.241 habitantes en 1752 a tener más de 12.000 en el año 1860.
El verdadero boom de la minería linarense no se iniciará realmente hasta mediados del S. XIX, de la mano de una nueva legislación en materia minera, propiciando a Linares una etapa de progreso económico y demográfico casi interrumpido, a la par que propiciando el dibujo de lo que serán algunas de sus líneas maestras de futuro, que terminaron por cambiar, no sólo la fisonomía urbanística de la misma con respecto al pasado, sino que también lo hizo en lo que fue su estructuración social.
A finales del S. XIX se produce un declive en la minería de Linares. Entre las razones que explican este hecho tenemos la imprevisión empresarial para equipar de tecnología moderna a las minas, la poca rentabilidad de los precios frente a los filones, y el auge de la minería en la vecina zona de La Carolina.

geologia.jpgHasta la repoblación de Sierra Morena, el término municipal ofrecía los recursos suficientes para abastecer a su población. En unas décadas multiplica su población por seis y obtiene el título de ciudad. Su producción comienza a cotizar en la bolsa de Londres y la ciudad experimenta una impresionante transformación urbana. Se abren delegaciones diplomáticas de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Bélgica. Llega el ferrocarril y con él se abren casinos y círculos recreativos y se crea una Caja de Ahorros propia, un hospital y un asilo. Durante más de un siglo Linares cuenta con la presencia de una sucursal del Banco de España. A mediados del siglo XX se cierran las minas en Linares y se hace necesaria la conversión de la economía de la ciudad. La transformación se basa en la que fuera mayor factoría automovilística de Andalucía, «Santana», hoy reconvertida en un parque empresarial que ha conseguido cambiar la producción de plomo en favor de la fabricación de vehículos todo terreno, generadores eólicos, o vagones de metro. La ciudad cuenta, además, con museos; con un parque cultural, en torno al conjunto arqueológico de Cástulo, un complejo deportivo, «La Garza», entre un bosque de encinas y con gran número de bienes patrimoniales protegidos.

La provincia de JAEN puede realizar las funciones de nexos de unión de dos macro regiones europeas, el Arco Mediterráneo y el Atlántico que se unen en Andalucía; dos regiones que son los principales escenarios de desarrollo económico de Europa y la principal puerta de entrada de los flujos migratorios del Magreb, donde LINARES desempeña un papel destacado, como ocurrió históricamente.

La ciudad de LINARES, forma, junto a los municipios cercanos, el ámbito norte de la provincia de JAEN, caracterizada por sus importantes interrelaciones y elevada movilidad de sus residentes. LINARES, además es cabecera de un “interland” mayor respecto a municipios de las provincias adyacentes. LINARES es una de las ciudades más importantes de la Comarca, participando como puente de enlace con otras comarcas.

El Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) establece a LINARES dentro de la estrategia territorial que relaciona Madrid con Córdoba y Sevilla, a su paso por LINARES, dentro del flujo importante de tráfico de mercancías por esta ruta, con la necesidad del establecimiento de centros logísticos de transporte de mercancías y zonas de servicios y polígonos industriales de apoyo.

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Infraestructuras urbanas – PGOU Linares

El municipio de LINARES tiene un casco urbano bastante compacto y delimitado por las rondas de circunvalación que los rodean. La estructura viaria de la ciudad se caracteriza por su anillo viario, en vías de completarse, y por los ejes interiores de la ciudad.

La configuración viaria de la ciudad y las vías de entrada a la misma condicionan la existencia de determinados puntos de confluencia de tráfico donde se produce congestión, a determinadas horas del día, sobre todo en el acceso al centro urbano. Uno de los principales problemas de movilidad detectados es la falta de aparcamientos en el centro de la ciudad, a pesar de que recientemente se ha incrementado el número. Esta carencia se agudiza si se tiene en cuenta que es el centro neurálgico de un hecho territorial superior, en relación a los poblados y municipios cercanos. Actualmente se han completado los estudios previos correspondientes a la nueva redacción del PGOU; una nueva redacción que propone importantes cambios en relación a la planificación anterior. Los principales cambios se refieren a la superficie dedicada a Suelo Urbanizable Sectorizado y no Sectorizado, con la dotación de equipamientos y espacios libres necesarios.

El tradicional carácter de LINARES como ciudad de servicios está intensamente vinculado al ser encrucijada de paso de vehículos y mercancías del sur de Andalucía al norte de España, y al ser cabecera de un amplio “interland”, como cabecera de entrada y salida en el ámbito sur de la aglomeración urbana de JAEN, en relación con otras provincias.

Linares es una ciudad estructurada en torno a un núcleo principal, donde se localiza la mayoría de la población, y una serie de pequeños asentamientos: Linarejos, La Cruz, La Tortilla, San Roque y La Garza. El núcleo principal con una forma radial, nace del casco tradicional, con una trama bastante irregular, al que se le han ido añadiendo distintas bolsas residenciales, normalmente ordenadas a partir de una calle principal. En el límite noroeste del casco se encuentra una sucesión de tres grandes parques lineales, con dirección suroeste‐noreste, que suponen una ruptura en el tejido urbano y que separa el centro de los barrios de Belén, San Antonio y La Zarzuela, a los cuales sólo se puede acceder a través de la carretera de Baños y de la calle de la Debla. Los dos primeros se componen de edificaciones tradicionales, unifamiliares, de una o dos plantas de altura, con calles por lo general estrechas, mientras que en La Zarzuela se encuentran calles algo más anchas y edificaciones de promoción única (aunque se mantienen las dos plantas como altura máxima).

Hacia el norte, a través de la avenida de María Auxiliadora y su continuación, la avenida de Arrayanes se estructura el barrio de Arrayanes, con una configuración similar a los descritos anteriormente: calles estrechas y edificación tradicional de una o dos alturas. Hacia el este del casco se encuentran la urbanización Pablo Iglesias y el barrio de San Gonzalo, de unifamiliares, en torno a la calle Úbeda. Al sureste del centro, conectados con éste mediante el paseo de los Marqueses de Linares y la avenida de España, se encuentran la barriada de Las Américas, donde se encuentran edificios en bloque abierto de hasta 13 plantas, y las barriadas Andaluza y El Sol, donde abundan las edificaciones de una única planta, y donde además se encuentra el Hospital de Los Marqueses de Linares. Además de los desarrollos residenciales, Linares cuenta con dos grandes polígonos industriales. Uno al oeste del municipio, Los Jarales, y otro al noreste, donde se localiza la empresa Santana Motor.

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La población de la ciudad de LINARES ha seguido una tendencia creciente a lo largo del siglo XX hasta la actualidad. Tradicionalmente el crecimiento de población de la ciudad ha sido muy superior a las tasas de crecimiento del conjunto de la provincia y de Andalucía, en relación a Jaén. En el número de nacimientos y por tanto la natalidad ha aumentado de forma muy importante desde finales de los años noventa, superiores a la media española.

El municipio de LINARES junto a la aglomeración urbana de JAEN, constituyen una unidad espacial metropolitana con elevada integración funcional y residencial. A la progresiva configuración de la ciudad de LINARES como centro de servicios y núcleo vertebrador se une al incremento poblacional de los municipios colindantes.

Las previsiones normales de crecimiento poblacional, en base a los parámetros actuales, al horizonte del Plan, 8 años a partir de su aprobación definitiva, llegarían en la hipótesis más favorable a los 80.000 habitantes reales, con un crecimiento en torno al 30% de la población actual. No obstante, el número de viviendas necesarias es mayor, si tenemos en cuenta la evolución del mercado inmobiliario en los últimos años, superior a la demanda basada exclusivamente en el crecimiento demográfico, dado que intervienen factores como la demanda inversora en vivienda, factor de la inmigración, … sin olvidar la necesaria reserva de vivienda protegida. Por tanto, establecemos, en función de estos crecimientos de población frutos de factores endógenos o externos, y los criterios del POTA unas previsiones de viviendas de 7.700 unidades nuevas, incluyendo primera y segunda residencia, para una población horizonte del PGOU cercana a los 80.000 habitantes reales, con las reservas de suelo urbanizable no sectorizado adecuadas, y hasta los límites de las infraestructuras existentes o previstas, en una ordenación lógica y coherente, que vertebre los núcleos urbanos en sí, y la zona entre estos núcleos.

La Corporación Municipal de Linares adoptó la decisión de revisar el planeamiento urbanístico del municipio, aprobado definitivamente por la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Jaén con fecha 2.2.1995 y publicado en el BOP de Jaén el 9.3.1994. En septiembre de 2007 se iniciaron los trabajos de revisión del planeamiento. Estos trabajos comenzaron con la elaboración del programa de trabajo y la elaboración de un Documento de Información Urbanística, Análisis, diagnóstico, Criterios y Objetivos del Planeamiento del municipio de Linares que fue entregado al Ayuntamiento en febrero de 2008.

0_1721_1.jpgEl Plan General se formula con el objeto previsto para dicho instrumento de planeamiento por el artículo 9 de la LOUA, y a tal efecto contiene las determinaciones del artículo 10, con la peculiaridad de que, según el Anexo del Decreto 150/2003, de 10 de junio, Linares tiene la consideración de Municipio con Relevancia Territorial y, por lo tanto, el objeto y el contenido del PGOU deberá tener el alcance previsto para este tipo de municipios.

A la vista del estado actual, desarrollado en la información urbanística y territorial recopilada y reflejada anteriormente, se llega a la conclusión de la conveniencia y oportunidad de dotar al municipio con un instrumento de planeamiento, mediante la formulación del presente PGOU, siendo éste el punto de partida de esta Memoria de Ordenación, que constituye el cuerpo más específicamente justificativo de las determinaciones de la ordenación que propone el Plan, del que con el presente Avance se pretenden exponer los criterios, objetivos y alternativas considerados hasta esta fase de desarrollo de los trabajos de redacción, a efectos de someterlos a exposición pública para fomentar la participación de los ciudadanos en general, así como al contraste y coordinación con las Administraciones con diversas competencias sectoriales en el municipio.

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Clasificación suelo Núcleo Linares – PGOU

Durante la vigencia del planeamiento general anterior, el Plan General de Ordenación Urbana vigente desde 1995, se han producido importantes cambios, a nivel estatal y autonómico, tanto de legislación sectorial con incidencia en el planeamiento, como en la legislación propiamente urbanística, que hacen que se resienta la vigencia de la operatividad de cualquier instrumento de planeamiento general. Cualquier referencia de la citada legislación o planificación sectorial remite al planeamiento urbanístico municipal, lo que se podría traducir en la práctica, en un menoscabo de la competencia municipal y su capacidad de intervención en los diferentes sectores de actividad.

La elaboración de esta fase del Plan General de Ordenación Urbanística de Linares se apoya en los siguientes criterios básicos: Participación ciudadana, Desarrollo vital, Integración social, Sostenibilidad, Racionalidad territorial y urbana, Desarrollo socioeconómico y Aplicación pública de las plusvalías urbanísticas.

Principios básicos iniciales

1. Considerar a la Administración Municipal como el elemento decisorio y dinamizador del proceso urbanístico y clave de la política urbanística, siendo el equipo redactor el encargado de recoger esta idea.
2. Elaborar un planeamiento realista, pragmático y con un grado de flexibilidad suficiente que asegure su viabilidad y eficacia, siendo conscientes de las dificultades que supone el establecer previsiones fiables ante unas circunstancias siempre cambiantes.
3. Incorporar la iniciativa privada al proceso público de construcción del núcleo de población y municipio de Linares.
4. Establecer una Normativa clara y concisa.
5. Procurar una diagnosis adecuada, expresando jerárquicamente y de forma concisa los problemas y objetivos del planeamiento.
6. Solventar la escasez de suelo urbanizado y gestionado existente facilitando la oferta concurrente de nuevo suelo urbanizado.
7. Ser consciente de la repercusión final que tiene en el coste de la vivienda cualquier rigidez excesiva del planeamiento, así como errores en su concepción, programación o gestión.
8. Incorporar todas las iniciativas objetivas y asumibles, propuestas por los ciudadanos mediante el mecanismo de la participación pública.
9. Establecer la máxima racionalidad en programación y rentabilidad de las infraestructuras proyectadas.
10. Establecer como criterio prioritario en el diseño y programación de las dotaciones, la racionalidad y la rentabilidad social.

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Usos y Sistemas Generales – PGOU Linares

El Plan se centra en procurar el desarrollo sostenible del municipio mediante la materialización de los siguientes principios generales:

Construcción de un modelo territorial de cooperación. La creciente competitividad entre los territorios por servir de soporte a nuevos desarrollos exige la formación de alianzas estratégicas capaces de crear oportunidades de mayor calidad y alcance. Linares, para mejorar en el sistema de ciudades donde está inserta y poder competir con áreas exteriores debe fomentar proyectos conjuntos que sumen población, iniciativas e inversiones.

Crecimiento responsable. La ciudad es un esfuerzo colectivo en urbanización y servicios. La extensión de la ciudad más allá de las necesidades reales de la población supone un despilfarro de los recursos públicos y una pérdida de recursos naturales. Por ello, el Plan optará por poner en carga suelos urbanos y urbanizables en la actualidad ociosos o con usos no adecuados, limitar el crecimiento a lo exigido por la legislación y localizar la extensión urbana en contacto con los suelos consolidados en la actualidad.

Protección de los recursos locales. A los usos tradicionales del municipio, en la actualidad se añaden los culturales, derivados de la calidad de su patrimonio y la riqueza de su historia. El Plan apuesta por la conservación y protección de recursos naturales y culturales como fuente de riqueza del municipio.

Cohesión social. El objetivo de cohesión social atiende a la consecución de mejores niveles de calidad de vida de todos los sectores de población, atendiendo a regulaciones que permitan a un nivel mínimo de dotaciones accesibles a toda la población en condiciones de igualdad y proporcionalidad.

La acción urbanística, como instrumento a favor del interés general. Mediante la acción urbanística se asegura la participación de la comunidad en las plusvalías generadas por la clasificación y calificación del suelo y la ejecución de las obras realizadas por los entes públicos que representan mejoras o repercusiones positivas para la propiedad privada. Mediante esta acción se trata de controlar procesos de especulación del suelo.

veredas Linares.jpgLos objetivos urbanísticos podemos sustanciarlos en la finalización del núcleo urbano existente, la opción por un modelo urbano integrado social y funcionalmente, continuación con la mejora del nivel de cobertura de dotaciones, la continuación con la mejora de la imagen urbana, el establecimiento continuado de medidas de protección sobre el patrimonio, la protección continua de los recursos naturales y la respuesta a las entidades rurales en el suelo no urbanizable (eterno problema en Andalucía).

El núcleo principal de Linares absorbe la práctica totalidad de la población. El resto se distribuye entre los distintos núcleos. El más importante incremento de población se ha experimentado en el núcleo de Linares, pues el resto mantiene la población con débiles incrementos, aunque en todos ellos las expectativas de crecimiento son importantes.

Núcleo urbano de Linarejos. Para este núcleo de población, el PGOU de Linares propone su unión con el núcleo urbano principal mediante un Sistema General de Espacios Libres de carácter supramunicipal. Este núcleo tiene un carácter marcadamente industrial. En él se encuentra la Estación Linares-Baeza y el Puerto Seco.

Núcleo urbano de La Cruz. El PGOU mantiene las condiciones del PGOU vigente, terminando su ordenación.

Núcleo urbano de “La Tortilla”. El Plan reconoce el carácter urbano de esta parcelación, delimitándola y proponiendo unos terrenos para albergar espacios libres y dotaciones, así como la mejora de sus comunicaciones con el núcleo principal.

Núcleo urbano de San Roque. La ordenación propuesta clasifica un nuevo Sector, junto al núcleo urbano, que le une con la parcelación existente, proponiendo un núcleo compacto y lo dota de los correspondientes espacios libres y equipamientos.

Núcleo urbano de “La Garza”. De manera anexa al Campo de Golf y al núcleo urbano conocido como “Llanos del Arenal” se clasifican unos terrenos, amén de reconocer el carácter urbano de distintas parcelaciones muy cercanas entre sí, proponiendo un núcleo compacto que mejore las dotaciones, infraestructuras en la zona, y evite la degradación ambiental en torno a un Sistema General de tanta importancia.

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Clasificación del Suelo – PGOU Linares

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Linares tiene un total de 21 asentamientos de características urbanas al margen del planeamiento general. El volumen total de parcelas con capacidad de absorber edificaciones supera las 600, en un análisis somero que, se muestra el nivel y la capacidad económica generada por esta actividad. Pueden señalarse 4 áreas de localización.
En la primera de ellas, el Área de la Carretera de Guarromán, ubicada en esta vía, se localizan 3: Santa María Demasía y los dos Huertos de San Roque. Su dimensión es cercana a las 200 unidades. Su localización, bastante alejada del núcleo de Linares, obliga a una actuación autónoma, de forma que resuelvan entre ellas las carencias infraestructurales que tienen. La segunda, situada al Este de la anterior, se desarrolla a lo largo del Camino de Vitelino, por lo que se denominará así. Comprende las Urbanizaciones Alameda, Arenal Blanco – Hierbabuena, Las Encinas, Llanos de la Encina y San Ignacio, las dos últimas algo separada de las anteriores. Su localización, al igual que en el caso anterior, precisa de actuaciones autónomas. La tercera se localiza a lo largo de la Carretera de Linares a Baños de la Encina, se compone de un total de 184 parcelas, en las que por su extensión domina los Huertos de la Orzuela, y Siglo XX con sus 9 parcelas es minoritaria. Su situación muy alejada del Suelo Urbano, precisa al igual que en los casos anteriores de una actuación autónoma. La última área, la forman las Carihuelas, los Almendros, los Alamos, Linarejos y el Rocío, encontrando en ellas dos subzonas muy diferenciadas, por su cercanía al núcleo de Linares. Mientras que las Urbanizaciones Alamo I, Alamo I bis, Alamo II, Linarejos y el Rocío, se presentan de forma compacta, y que precisan de una actuación conjunta, los Almendros y Las Carihuelas pueden y deben servirse de las redes municipales, sobre todo en los aspectos de saneamiento y suministro de aguas, aunque sus tratamientos deberían ser diferentes.

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El diagnóstico sobre estas parcelaciones apunta la necesidad de reconocer su existencia y establecer los procesos de normalización necesarios para dotarles de servicios urbanos de viario urbanizado, abastecimiento, saneamiento y alumbrado público, así como un nivel de equipamiento adecuado a su uso actual. Normalización que pasará por imponer las obligaciones correspondientes para sufragar los gastos de urbanización que les correspondan. Las parcelaciones con un grado de consolidación elevado y localizadas en continuidad con los núcleos urbanos se integrarán en la ordenación urbana de dichos núcleos, resolviendo la estructura urbana de forma coherente a la que se deben incorporar. Tal es el caso de El Álamo y Los Almendros, por un lado, situadas en el Camino de Ubeda, la Carihuela, en el Camino del Molino, San Roque en la Carretera de Guarromán o las parcelaciones en torno al Campo de Golf de la Garza, junto al núcleo de Llanos del Arenal. De esta forma no se crean nuevos núcleos de población. El nuevo Plan General prevé para estas áreas su integración al núcleo urbano mediante su clasificación como Suelo Urbano No Consolidado. Se delimitará una Unidad de Ejecución y se impondrán las cargas que son legalmente obligatorias: cesiones de viario, equipamiento y espacios libres necesarios para completar la estructura urbana y ejecutar la urbanización. Asimismo, deberán constituir una Entidad Urbanística de Conservación. Las cesiones obligatorias del 10% del aprovechamiento urbanístico municipal podrán ser objeto de compensación económica sustitutoria. Del resto de parcelaciones sólo se reconocerán como posibles núcleos urbanos y se procederá a su regularización aquellas áreas de extensión significativa que presentan un grado de consolidación elevado. Es el caso de las parcelaciones que hay en la zona de “La Tortilla”. Se amplía la superficie para albergar equipamientos y espacios libres. El proceso de regularización es similar al descrito más arriba. Es el único núcleo urbano que se crea, pero debido a la extensión y la consolidación, la ordenación no puede hacer caso omiso a su existencia.

Hoy Linares tiene una población de 59.737 habitantes, y un parque residencial edificado de 8.071 viviendas de las cuales el 30,93% (8.683) son unifamiliares. Su parque residencial comenzó con intensidad en los 60′ con 3.900 viviendas (el 13,89% del total actual), creciendo en los 70′ (6.379 viviendas) y los 80′ (5.009), para decaer en los 90′ (3.770 viviendas) y en la década prodigiosa 2000-2009 se dispara hasta las 5.443 viviendas (el 19,39 % del total). Reseñar que aún queda un 10% del parque total anterior a 1960.


Cada  mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.