CORNELLA DE LLOBREGAT, según Catastro, a 1.1.2015 por tamaño y fecha.

tabla CORNELLA DEL LLOBREGAT edad+tamaño edificaciontabla CORNELLA DEL LLOBREGAT  2.121996e-314dad+tamaño edificacion

Estos gráficos representan el Parque Residencial de CORNELLA DEL LLOBREGAT, Barcelona

Son los Bienes Inmuebles, de uso Vivienda, matriculados en el Catastro, clasificados por tamaño y fecha de inscripción.

Cada barra horizontal representa una década, siendo la más reciente la inferior (2010-2014) y la superior la más antigua (1920-1929).

Cada color es un tamaño, del más cálido (<60 m2) al más frío (>180 m2).

La barra inferior (DELVI) representa el cálculo hecho desde Otropunto para la obtención de la Demanda Latente de Viviendas (la demanda latente: la configuran los que no tienen vivienda y que por su perfil sociológico (edad) y socioeconómico (no están en desempleo), son potenciales compradores). Es una estimación del número máximo de viviendas que constituyen la demanda encubierta de una zona y que se basa en las personas con el perfil de los actuales compradores pero que todavía no han constituído un hogar.

CORNELLA DEL LLOBREGAT DELVICORNELLA PIRAMIDE.jpgtabla CORNELLA DEL LLOBREGATCORNELLA CATASTRO 2014-2016Cornella INECORNELLA DEL LLOBREGAT ALQUILER

Son datos fríos, sin cocinar.

Información para la toma de decisiones.

Información para el conocimiento.


CORNELLA GE1

Cornellá de Llobregat es un municipio de España perteneciente a la provincia de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña. Las ciudades limítrofes con Cornellá son: Hospitalet de Llobregat, San Baudilio de Llobregat, El Prat de Llobregat, San Juan Despí y Esplugas de Llobregat. Cornellá de Llobregat es el municipio más poblado del Bajo Llobregat con 86 234 habitantes.

La ciudad de Cornellá está al suroeste de la gran conurbación que tiene por centro Barcelona. Cornellá se sitúa al noreste del gran meandro del Llobregat, entre la orilla izquierda del río y los estribos de la montaña de Collserola, en el límite nororiental del delta del Llobregat.

La ciudad de Cornellá forma parte de la conurbación barcelonesa y está situada al suroeste de ésta, al noreste del gran meandro del Llobregat, entre la orilla izquierda del río y los estribos de la montaña de Collserola, en el límite nororiental del delta del Llobregat.

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Cornellá de Llobregat se divide administrativamente en seis distritos (I, II, III, IV, V y VI). Estos distritos coinciden parcialmente con la división más usual y reconocible por parte de la población, que corresponde a los siguientes barrios: Almeda, Centro, Fontsanta-Fatjó, La Gavarra, El Pedró, Riera y San Ildefonso.

cornella barrios

La historia de Cornellá de Llobregat está definida por tres factores principales: su proximidad a la ciudad de Barcelona, el ser un territorio de paso (así como toda la comarca del Bajo Llobregat) de las vías de entrada y salida de la capital de Cataluña. Su nombre posee un origen romano (Cornelianus) las características arquitectónicas de la ciudad poseen rasgos visigóticos.

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La primera referencia escrita de la ciudad data de 980, cuando ya existía una iglesia y una torre de defensa contra los sarracenos en el mismo lugar que dónde hoy se establece el actual Castillo (construido en el siglo XIV). La ciudad fue incorporada al territorio de Barcelona en el siglo XIII y por poco tiempo, perteneció a las «Franqueses del Llobregat», dónde se desarrollaba principalmente la actividad agrícola. La ciudad fue dominada por los «masos» hasta el siglo XVIII.

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En el año 1716 la ciudad se separó de Barcelona por el Decreto de Nueva Planta, y pasó a formar parte de la comarca del Bajo Llobregat. En el año 1819, junto con la inauguración del Canal de la Infanta se desarrolla el regadío y se comienza un proceso de industrialización. El ferrocarril llega a la ciudad en 1854. Durante un siglo el sector textil se convierte en la base económica del municipio y a la vez crecen los núcleos de población separados del centro (barrios de Riera, Almeda, Pedró, la Gavarra). De 1950 en adelante, se multiplica la llegada de nuevos habitantes y se acentúa el proceso de industrialización y urbanización. Se construye el barrio de Sant Ildefons (años 60) y Fontsanta (1974). Se llega a 100.000 habitantes en 1979.

La ciudad adquiere relevancia como referente de la lucha obrera y social por la democracia en los últimos años del franquismo.

El municipio cuenta con una trama urbana compacta que constituye el núcleo original que se formó
alrededor de la iglesia parroquial de Santa María y del castillo sobre el eje de la calle de la iglesia, hoy Mossén Cinto Verfaguer.

1914 cornella

1914 CORNELLA

A partir de 1910 se urbanizan los primeros núcleos de población situados fuera del casco antiguo (barrio del Centro). De la década de 1920 es el barrio de Riera. Al abrigo de la construcción de la carretera en Fogars de Tordera surgieron, a partir de 1930, los barrios de Pedró y la Gavarra. El primero de estos barrios fue proyectado como una zona residencial al servicio de laciudad de Barcelona, y por eso predominan las viviendas unifamiliares.

A partir del año 1950, el comienzo de la ola inmigratoria determinó el surgimiento del barrio de Almeda, situado frente al Parque de Can Mercader. En este barrio se instalaron algunas de las mayores empresas de Cornellá. A finales de la década de 1950 se inició una transformación profunda de la tipología urbanística y de ocupación del territorio. Se consolidaron definitivamente los barrios de la Gavarra y del Pedró.

1920 cornella

1920 CORNELLA

El gran crecimiento del municipio se produjo en la década de los sesenta y setenta de un modo desordenado. Se construyeron polígonos residenciales desconectados del núcleo urbano como la ciudad satélite de Sant Ildefonso, para acoger la avalancha inmigratoria de los años 60′. Estos barrios son edificados en la parte alta del término o Samontá y separados físicamente del Centro por la vía del ferrocarril. Es así como la voz popular ha diferenciado entre Cornellá de Dalt y Cornellá de Baix. Los barrios de Femades, Solane y Xan Fatjó (que incluye el polígono de la Fuensanta) están situados en la periferia del término y limitan con los municipios vecinos de L’Hospitalet de Llobregat y Sant Joan Despí.

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1940 CORNELLA

En el año 2000 una de las actuaciones urbanísticas se realizó en el sector Alpes, entre el Centro y la avenida de los Alpes, que alberga un parque y edificios de equipamientos y de viviendas. Dentro del término existen además algunas masías de los siglos XVII y XIX que muestran la prosperidad agrícola de estos siglos y algunas edificaciones industriales y del periodo modernista. Actualmente se ha configurado un continuo urbano con las poblaciones limítrofes de L’Hospitalet, Espluges y San Joan Despí.

 La aprobación del Plan Parcial de ordenación urbana del sector Almeda, elaborado por la Comisión de Urbanismo de Barcelona en primera instancia el año 1967, reservaba 77 ha, equivalentes al 57% del total del suelo disponible a la industria, sobretodo, a la gran industria. En aquella época Además del plan citado se aprobaron otros dos planes parciales el del sector Este y el de Famadas que también afectaban los alrededores del barrio residencial e insistían en la promoción de suelo industrial. Estas actuaciones y la proyección de infraestructuras incentivaron la especialización industrial de la zona, que apostaba claramente por un modelo de desarrollo basado exclusivamente en esta actividad económica En el año 1971 se contabilizaban hasta 150 industrias, la mayoría pequeñas o medianas.

En la memoria del Plan Parcial del sector Almeda hay un apartado sobre los usos del suelo bastante clarificador de la realidad existente en 1967. En él se dice que: “En su mayor parte el espacio esta ocupado por tierras de labor, estructuradas en las características fijas de la huerta del Llobregat. El uso agrícola cede ya a la expansión de Barcelona en un rápido proceso acelerado. Por un lado son las industrias las que ante la carencia de suelo industrial en la capital y aún respondiendo a al política de descentralización industrial preconizada por los organismos urbanísticos se ubican en el sector en gran número”. Al mismo tiempo se refiere a la zona de viviendas de la siguiente manera: “Por otro lado, y en cierto modo acompasadamente al establecimiento de las nuevas industrias, ha crecido Cornellá por su extremo sudeste y se ha desarrollado el núcleo residencial, situado en el corazón del sector”.

En la zonificación propuesta en el Plan el núcleo de viviendas construidas se cualificaba de suburbana semintensiva. Se especificaba que el tipo de ordenación era de manzana cerrada con edificación contigua y con una altura regulada según la anchura de las calles, con un máximo de planta baja más cuatro pisos en el caso de calles de más de quince metros. En ese momento la realidad construida aún era mayoritariamente de casas unifamiliares con planta baja más un piso con un patio, jardín o huerto y las calles no excedían de diez metros.

Una de las actuaciones que se previó en el Plan fue la construcción de una nueva vía ancha llamada, explícitamente, travesía industrial que enlazaría el II cinturón con el centro de Cornellá atravesando el polígono industrial. El problema surgió porque esta vía debería transcurrir por en medio de algunas viviendas previéndose la demolición de hasta 80 viviendas incluidas una parte de las viviendas protegidas. Esta propuesta, y en general el Plan Parcial, desató una intensa oposición por parte de los vecinos que se prolongo durante varios años.

Algunos vecinos del barrio Almeda entregaron varios escritos al Ayuntamiento y a la Comisión de Urbanismo de Barcelona mostrando su disconformidad con los planteamientos del Plan Parcial. Algunas de las afirmaciones extraídas del gran número de escritos depositados en el archivo histórico de Cornellá expresaban el sentir general como sigue “… si actualmente no podemos conseguir los más elementales servicios como, por ejemplo, disponer de médico y asistencia sanitaria fijos, dado que el numero de habitantes no alcanza la cifra exigida, con la partición de la barriada y la limitación, prácticamente total de su crecimiento, estamos condenados a seguir toda la vida como ciudadanos marginados con relación a los demás habitantes de Cornellá”. Por otra parte se hacía referencia a la contradicción que existía al plantear la masiva implantación de industrias en detrimento de las viviendas para dar empleo a la población del municipio cuando resultaba que había “… gran cantidad de vehículos particulares, trenes abarrotados de obreros” procedentes de otras poblaciones o otros barrios de Cornellá y que “… muchísimos de ellos atosigan constantemente a los establecimientos comerciales preguntando por algún piso por alquilar o habitaciones para dormir”.

También las alegaciones y criticas al Plan comarcal, del cual derivaba el Plan parcial, fueron masivas como se puede constatar con estas afirmaciones de los vecinos “Observamos que se da una preferencia absoluta al transporte privado dedicando poca atención al transporte público, opción que a nuestro entender debe invertirse”. Con relación a la formula propuesta de financiación de las mejoras urbanísticas la oposición fue contundente “… los vecinos deberán ahora pagar parte de las obras de urbanización y equipamiento que correspondía pagar a las inmobiliarias y que la administración en su día no les exigió”.

Otro tema de desacuerdo fue la declaración de todo el suelo que envolvía el núcleo de viviendas para actividades industriales. Por lo que se pidió cambiarlo en parte a suelo residencial con el objetivo de ampliar el número de viviendas y “… alcanzar un número de habitantes suficientes para la instalación de servicios y dotaciones tan necesarias y de los que actualmente carecemos”. También los vecinos se opusieron al Plan por considerar que las propuestas de nuevos viales partirían el barrio dividiéndolo aún más de lo que ya estaba con el paso del ferrocarril que hacía de barrera. Finalmente se hace constar en otro escrito “que el Plan se ha redactado a espaldas de los vecinos”. En la revista local llamada Nuestro Barrio editada en 1971 por las comisiones y fábricas de Cornellá-Almeda aparece en la portada un título que no podía ser más explícito: “El Plan Parcial de Almeda: Un robo legalizado y planificado”. Otro conflicto a añadir se desató por la previsión de construir viviendas dentro del recinto ajardinado de la Finca Belloch-Pozzali espacio destinado a parque urbano según el Plan Comarcal. En cambio en la redacción posterior del Plan Parcial reservaba más de la mitad del espacio a zona de ciudad jardín para así sufragar los gastos de la construcción y mantenimiento de una residencia de estudiantes universitarios, que también debería construirse en el interior del recinto. Por todo ello, el parque quedaría reducido a la mínima expresión. La oposición de los vecinos ha esta iniciativa fue total y exigieron que se respetase como zona verde abierta a los vecinos tal como constaba en un escrito de denuncia “… por ser el único pulmón posible en un barrio rodeado de fábricas”.

Todas estas alegaciones, propuestas y contrapropuestas, así como las presentadas por los propietarios de terrenos e industrias afectadas conllevaron multitud de rectificaciones del plan presentado inicialmente. Todo ello provocó la realización de hasta tres redacciones sucesivas del Plan Parcial de Almeda, hasta que, finalmente fue aprobado el año 1971. Aunque el problema de las afectaciones no se resolvió hasta 1978 cuando el Ministerio de Obras Públicas rectificó y retiró todas las propuestas que habían sido rechazadas por los vecinos. La unión de los vecinos y los resultados positivos de su oposición a varios proyectos de la planificación dio pie a un sinfín más de denuncias de las carencias y problemas que persistían en el barrio. Problemas de higiene como la existencia de acequias que hacían de cloacas al aire libre, la suciedad en las calles y en consecuencia los malos olores y la presencia de ratas. El déficit de transportes públicos para conectar el barrio con el resto de Cornellá. La falta de equipamientos públicos, como por ejemplo: un dispensario médico, una biblioteca e instalaciones deportivas. Los problemas de contaminación por la convivencia con las fábricas. La exigencia del soterramiento de las vías de los Ferrocarriles Catalanes para evitar accidentes. Toda esta contestación vecinal junto al fuerte movimiento obrero que se estaba desarrollando en las fábricas de Almeda como reacción a las pésimas condiciones laborales hizo que la lucha vecinal y laboral confluyeran unidas y solidarias sumando fuerzas.

Un fenómeno de gran trascendencia para el parque de viviendas del municipio de Cornellá y en consecuencia también para el barrio Almeda fue el gran crecimiento de la población debido a los elevados flujos de inmigrantes procedentes de la España rural en busca de trabajo en la industria del área de Barcelona. Este fenómeno fue espectacular en la década de los años 50′, década en que la población de Cornellá se doblo pasando de 11.473 a 24.714 habitantes y más espectacular en la década siguiente en que se produjo el mayor crecimiento triplicándose la población pasando de los 24.714 habitantes a 77. 314 en el año 1970.

En el bario Almeda se produjo un crecimiento poblacional supeditado al aumento del parque de viviendas y paralelo a la industrialización de la zona. La correlación entre la población y el mercado laboral era muy intensa lo que se constató con la crisis económica de la segunda mitad de los años setenta, agravada en nuestro país por la incertidumbre política del cambio de régimen político. Esta crisis industrial tuvo un gran impacto en la población de un barrio obrero como Almeda. En el año 1973 Almeda tenia unos 3.500 habitantes en cambio en 1979 la población residente había disminuido a unos 3.000. Esta perdida de población se produjo justamente cuando se estaban cerrando o reestructurando muchas industrias del barrio debido a la grave crisis del sistema productivo fordista y en consecuencia se produjeron las mayores tasas de paro de los últimos decenios.

El barrio Almeda está localizado en el municipio de Cornellá de Llobregat, el cual, a su vez forma parte de la primera corona metropolitana que envuelve la ciudad central de Barcelona. El territorio que ocupa el barrio Almeda fue inicialmente una zona especializada en funciones periféricas, dependientes de la ciudad de Barcelona.

A consecuencia de un largo proceso de transformaciones endógenas inducidas por el entorno metropolitano y los cambios socioeconómicos globales se ha configurado como una nueva centralidad periférica dentro del ámbito de la conurbación de Barcelona. Cornellá de Llobregat y el barrio Almeda son una prolongación del continuo urbano formado por la ciudad central de Barcelona y los municipios colindantes. La ciudad de Cornellá de Llobregat esta incluida en la planificación supramunicipal que se desarrollo con la aprobación del planeamiento territorial de Barcelona y área circundante plasmado en el Plan Comarcal de 1953 y posteriormente en el Plan General Metropolitano de 1976. Esta unidad se ha visto reforzada, a principios de los años 90′, con la realización del cinturón de circunvalación que envuelve la ciudad central de Barcelona y los municipios de su entorno inmediato.

La génesis del barrio Almeda y los primeros decenios de su existencia siguieron un patrón de localización, de apropiación del suelo y construcción de la vivienda característicos de la urbanización marginal. Aun así conviene matizar esta afirmación, pues en este caso, y a diferencia de muchos otros, la construcción de la vivienda y la parcelación inicial obtienen el beneplácito de la administración pública municipal, es decir están dentro de la legalidad. Ello nos lleva a pensar que la legislación vigente durante décadas en materia de viviendas fue bastante permisiva. La prueba es que a pesar de las graves deficiencias urbanísticas motivadas por la carencia de equipamientos, la situación de aislamiento y los problemas de salubridad que se prolongaron durante decenios, los permisos de parcelación primero y los de autoconstrucción después se fueron otorgando igualmente.

Otro hecho fundamental relacionado intrínsecamente con este tipo de urbanización marginal es la escasa calidad de la vivienda, tanto en términos de superficie habitable como por el material utilizado para la construcción, así como por la falta de servicios domésticos esenciales como son las conducciones para el agua potable y para las aguas residuales.

Por todo lo expuesto llegamos a la conclusión de que el entorno urbanístico es en sí mismo una prolongación de la vivienda, es decir, el espacio público de calidad o en precario, la presencia o ausencia de infraestructuras, equipamientos y servicios públicos determinan la calidad de la misma vivienda, pues forman parte de una misma unidad y no son en absoluto independientes. Además esta dependencia es más evidente cuando la vivienda es de baja calidad y es habitada por familias con escasos recursos, pues la dejadez del entorno urbanístico puede condicionar aún más su marginalidad, así pues no sólo es suficiente garantizar el acceso a una vivienda digna si no que es necesario garantizar un entorno urbanístico de buena calidad como parte integrante de ésta.

En este tipo de urbanización marginal donde la inversión del propietario del suelo es mínima su estrategia se suele basar en las expectativas de revalorización del suelo libre, así junto a los residentes ambos coaccionan a las administraciones públicas para que estas se vean obligadas a urbanizar y dignificar el lugar. Con esta mejora del entorno urbanístico a cargo de la administración el propietario del suelo ve mejoradas las ganancias con la continuidad del proceso de parcelación y venta. Frente esta operación especulativa las administraciones públicas tendrían que poner los instrumentos necesarios para que la mejora del entorno urbanístico revirtiera en toda la sociedad haciendo pagar al parcelador los costos de la urbanización y a la vez evitar que el aumento del valor de las viviendas a construir produjera un proceso simultáneo de expulsión de la población con menores rentas y al mismo tiempo una atracción de población con mayores rentas. La cuestión está en encontrar formulas para romper la ecuación que anuncia que ser una familia de recursos escasos es igual a habitar en una vivienda de baja calidad y en un entorno urbanístico desfavorable.

Finalmente, un factor, no menos importante, relacionado con la calidad urbanística se basaría en la capacidad de los ciudadanos de escoger el modelo urbanístico a desarrollar en su lugar de residencia. El objetivo sería evitar los sucesivos desencuentros entre los proyectos previstos en la planificación urbanística y los intereses generales de los vecinos. Se trataría de encontrar los canales de participación activa de los ciudadanos en la propia redacción de los planes urbanísticos con el fin de poner en práctica un modelo de urbanismo participativo al servicio de las personas. En definitiva se trataría de profundizar en la democratización de la sociedad haciéndonos partícipes de las decisiones que nos afectan y no sólo mediante la elección de nuestros representantes sino de forma directa decidiendo el propio ciudadano el modelo de ciudad a construir.

Albert Vilallonga Ortiz, SCRIPTA NOVA, Revista Electrónica de Geografía y ciencias sociales, 1 de agosto de 2003

Una de las últimas secuelas desastrosas del anterior régimen dictatorial estalló en 1990. Ese año se descubrió en unas obras de reforma en un piso de las viviendas protegidas que el edificio estaba afectado por la patología del aluminosis. Esta patología se produce por el contacto de la humedad ambiental con el cemento llamado aluminoso (prohibido en Francia ya desde 1943 y en España en 1977) provocando que las vigas hechas con este cemento se desprendan con el paso del tiempo. Este cemento fue utilizado, sobretodo, por su rapidez y bajo coste.

Las viviendas tenían 365 residentes la mayoría propietarios con rentas bajas, por ello la rehabilitación de las viviendas representaba un sacrificio económico inasumible. Además después de un informe realizado por un arquitecto técnico, contratado por la comisión de vecinos afectados, se determinó que el coste de las reparaciones duplicaba el coste catastral de las viviendas lo cual significaba declararlas, según la ley, en estado ruinoso. Por enésima vez los vecinos del barrio Almeda se movilizaron, en esta ocasión para reivindicar la construcción de nuevos pisos de iniciativa pública. Las viviendas fueron demolidas en al año 1996. Debido a la presión popular la Generalitat asumió la construcción de nuevas viviendas de protección oficial para trasladar a los vecinos. Estas viviendas se construyeron en el solar que había dejado la iglesia que también se demolió como consecuencia de la aluminosis y ésta a su vez se traslado a otra parcela del barrio.

Después del impacto negativo de la crisis de 1973 en el tejido económico y en el mercado laboral de todo el municipio, en la década de los años ochenta se realizó otra actuación de la administración pública para hacer frente al declive de los polígonos industriales de Almeda que estaban perdiendo actividad económica. La declaración de la ZUR (Zona de Urgente Reindustrialización) posibilitó la urbanización definitiva de la zona y atrajo nuevas empresas terciarias, mayoritariamente dedicadas a los servicios a las empresas, que substituyeron a la industria obsoleta. En esta línea de desarrollo económico el ayuntamiento creó una empresa municipal de Promoción Económica (PRECSA), la cual se responsabilizó de la construcción en Almeda de equipamientos como el pabellón ferial, el auditorio y la incubadora de empresas.

La financiación de algunas de las transformaciones contó con las aportaciones de los fondos estructurales FEDER (Fondos Europeos de Desarrollo Regional) procedentes de la Unión Europea con el objetivo de reconvertir los territorios gravemente afectados por el declive industrial. A todo ello se le sumó la rectificación de la cualificación del suelo como de gran industria y en consecuencia se permitió la reducción del tamaño de la parcela. Con todas estas iniciativas públicas conjuntamente con una mejora general de las condiciones generales de la base productiva metropolitana se obtuvieron resultados positivos y la zona se convirtió en un territorio emergente con un gran poder de atracción de actividades terciarias. Uno de los ejemplos más emblemáticos se produjo con el cierre y posterior demolición de la antigua fábrica FACIS siendo esta substituida por un complejo de varios edificios de oficinas construidos alrededor de una zona ajardinada. Actualmente las oficinas son arrendadas por varias empresas que dan empleo aproximadamente a unos 2.000 trabajadores.

Una de las operaciones más relevantes fue la apertura en 1992 de la Ronda de Dalt (II cinturón) mejorando la accesibilidad a todo el entorno metropolitano y a las grandes infraestructuras regionales, el aeropuerto y el puerto. También la mayor accesibilidad posibilitó la atracción de un gran centro comercial, con un aparcamiento de tres plantas para automóviles en su interior, que invirtió la situación comercial del barrio Almeda, pasando de ser deficitaria a excedentaria y por tanto a abarcar un mercado supramunicipal.

Un factor imprescindible para la transformación del mercado de la vivienda se produjo por dos causas impulsadas por el Ayuntamiento bajo el amparo de la Empresa Municipal de Desarrollo Urbanístico (EMDUCSA). La primera causa fue la aprobación y ejecución en el año 1988 del Plan Parcial Camp de l’Empedrat que significó la urbanización de la zona cualificada por el PGM de desarrollo urbano. El plan proyectaba la construcción de viviendas incluyendo la construcción de una gran plaza pública. La promoción constaba de 118 viviendas de 43 a 135 m2 para diferentes tipos de familias y con precios inferiores a los del mercado libre.

Esta promoción de vivienda pública marcó un antes y un después en la calidad de las viviendas del barrio y fue el motor a partir del cual se aceleró el incremento de la construcción de viviendas de precio libre. El nuevo Plan Parcial y las viviendas públicas fueron dos elementos que sumados a todas las mejoras anteriormente citadas provocaron que la percepción negativa que se tenía hasta entonces del barrio Almeda cambiara radicalmente y pasara a ser positiva.

Este cambio hizo que la iniciativa privada se interesara en este barrio para hacer inversiones masivas en vivienda. Hasta hoy se han levantado más de 400 viviendas nuevas en edificios de pisos con varias plantas, destacando del conjunto, dos torres con planta baja más ocho plantas, que incluya una zona comunitaria con un pequeño jardín privado, piscina y un aparcamiento para automóviles. Al mismo tiempo que se construyeron estas grandes promociones en espacios libres hubo un proceso de substitución de las antiguas casas de autoconstrucción por edificios plurifamiliares. A consecuencia de todo ello las casas unifamiliares han pasado a ser residuales y las que permanecen en general han sido rehabilitadas. Todo ello fue realizado en el contexto de una campaña promocional mixta, pública y privada, denominando el sector Porta Diagonal haciendo referencia al prestigio de esta avenida barcelonesa como si el barrio Almeda fuera su prolongación más allá de la ciudad de Barcelona.

La suma de todas estas transformaciones estructurales de índole urbanística y socioeconómica motivó un aumento paulatino de la población. En un momento, como el actual, cuando la mejora de la accesibilidad es un factor determinante de crecimiento, al favorecer el proceso de relocalización poblacional intrametropolitana, proceso en que se busca habitar en un ambiente descongestionado y agradable. La población del barrio Almeda ha crecido hasta llegar en el 2003 a 4.998 habitantes siendo esto más destacado teniendo en cuenta que simultáneamente el conjunto de la conurbación de Barcelona y el mismo municipio de Cornellá ha perdido población.

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En 2004 se aprueba y se inicia definitivamente la construcción del nuevo estadio de fútbol del Real Club Deportivo Español en unos terrenos entre el Prat y Cornellà de Llobregat. Para la aprobación del proyecto, que se financiará con la creación de un complejo terciario, lúdico y comercial ha sido necesario tramitar una modificación puntual de Plan general metropolitano y aprobar, vía ley de acompañamiento de presupuestos, de una disposición adicional a la Ley de equipamientos comerciales.

En 1997 el Real Club Deportivo Español (RCD Espanyol) derribó su campo de fútbol situado junto a la avenida de Sarrià de Barcelona. Los terrenos, clasificados inicialmente como equipamiento deportivo, fueron reclasificados como residenciales. Después de venderse el ámbito, el Club se instaló temporalmente en el Estadio Olímpico de Montjuïc, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, mientras buscaba una localización para construirhi un nuevo campo. El lugar elegido para construir el nuevo estadio fue un terreno conocido con el nombre de Plana del Galet, de 35.000 m2 de extensión, situado entre los municipios de Cornellà del Llobregat (53%) y el Prat del Llobregat (47%), cerca del río Llobregat. El área era el resultado de la desecación en 1974 de un antiguo meandro del río, con el fin de evitar las inundaciones periódicas que se padecían. El solar, calificado parcialmente como zona verde y parcialmente como industrial por el Plan general metropolitano (PGM), propiedad de diversas instituciones, particulares y del club de fútbol mismo, había sido ocupado en los últimos años por una fábrica de grava y otras actividades residuales periurbanas. Más tarde, la construcción del cinturón del litoral dificultó mucho el acceso a esta zona desde el núcleo urbano de El Prat. Por el lado de Cornellà, estos terrenos tocaban en el recinto ferial, el auditorio y el World Trade Center. En marzo de 2003 el consejero de Política Territorial y Obras Públicas (PTOP) entonces, Felip Puig, el alcalde de Cornellà, José Montilla, y el del Prat, Lluís Tejedor, junto con el presidente del RCD Espanyol Daniel Sánchez libro firmaron un convenio de cooperación para poner en marcha el proyecto de nuevo estadio. En mayo se colocó la primera piedra del equipamiento.

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El proyecto preveía la construcción de un estadio con un aforo para 40.000 personas, ampliable a 42.000, con zona VIP y de prensa. El 98% de las gradas estarían cubiertas, siguiendo el modelo inglés, y se preveía también la instalación de placas fotovoltaicas en la cubierta. Adyacente al campo de fútbol, habría una zona de 55.000 m2, definida como lúdica y familiar, que acogería actividades deportivas y comerciales de diversa índole. El recinto tendría también una zona verde de 7 ha y más de 3.500 plazas de aparcamiento. El proyecto, diseñado por el grupo Gasulla, Fenwick y Arup, se formalizaría en un triángulo en planta con dos plazas principales: la del deporte, en la que se llevarían a cabo actividades durante el día; y la de ocio, que daría acceso a la zona lúdica y familiar, donde habría tiendas, bares, restaurantes, cines, un hotel, circuitos de ciclismo, un muro de escalada, pistas de patinaje, un gimnasio, una bolera y un jardín. El nuevo complejo españolista también conllevaría una mejora de los accesos en transporte público y viarios en la zona: se crearían varias paradas de autobús alrededor, se incrementaría el paso de los Ferrocarriles de la Generalitat y se estudiaba también la posibilidad de localizar una parada del TRAMBAIX [Link al artículo] para conectar la ciudad y las localidades vecinas con el campo. También se preveía construir una pasarela para peatones y bicicletas que permitiera el acceso de los vecinos de El Prat al complejo. El coste de construcción del Estadio de Cornellà-El Prat estaba presupuestado en 39 millones de euros y las obras de urbanización de los terrenos, en 23 millones de euros. El Club preveía financiar el proyecto con la venta de toda la promoción terciaria del complejo. La empresa elegida para la ejecución de las obras fue Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).

Para obtener la aprobación urbanística fue necesario que el RCD Espanyol gestionara la permuta de los usos del suelo previstos en la zona con un solar de 7,6 ha que posee en la riera de Can Solé, alrededor de la Colonia Güell, entre Santa Coloma de Cervelló y Sant Boi, que se destinarían a zona verde y, en parte, a actividades industriales y terciarias. Finalmente, a principios de febrero de 2004, el Gobierno de la Generalitat aprobó la modificación del Plan general metropolitano que daba por válida la nueva calificación de usos y la construcción del nuevo complejo lúdico y comercial. Polémica por el área comercial incluida en el proyecto Una vez conocida la modificación del PGM, los alcaldes de Cornellà y El Prat coincidieron en señalar que «este proyecto aportará un gran valor añadido a una zona muy degradada, que se convertirá en una nueva área de centralidad metropolitana». A principios de junio, el grupo de ERC en el consistorio de Cornellà criticó los riesgos que el futuro complejo lúdico y deportivo del Espanyol podría comportar para el comercio de la ciudad y anunciaron que presentarían una propuesta al Parlamento para que se estudiara la conveniènciadel proyecto. Ninguna asociación de comerciantes del municipio apoyó las críticas. La Ley 17/2002, de 19 de diciembre, de equipamientos comerciales limitaba, en términos generales, la posibilidad de que en los próximos años se construyeran en Cataluña nuevas instalaciones comerciales y de ocio. Esto, que de entrada podría ser un obstáculo a la construcción del centro comercial previsto por el RCD Espanyol, dejó de serlo con la aprobación de la Ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalidad de Cataluña, de 13 de julio de 2004, que añadía una disposición adicional a la Ley 17/2002, según la cual se establecían excepciones a la construcción de nuevos centros comerciales como en el caso de las instalaciones comerciales de tipo deportivo y con capacidad de aforo para más de 30.000 espectadores.

El 22.12.2004, Daniel Sánchez Llibre, presidente del RCD Espanyol, inauguró la primera fase de las obras, que consistía en la urbanización del terreno. La fase siguiente se iniciaría, según las previsiones del Club, en julio de 2005, cuando se comenzaría la construcción del recinto deportivo. El Club preveía poder utilizar el nuevo estadio en 2007 . Los gobiernos municipales de El Prat y de Cornellà prevén la constitución de un órgano único de gestión a fin de garantizar la coordinación, el mantenimiento y el funcionamiento adecuados del sector.

Se proyectaba que a finales de 2008 el RCD Espanyol debía poder estrenar el nuevo estadio. Sin embargo, todavía no se preveía que estuvieran terminados la gran rotonda sobre la autovía A-2 y el vial que debía enlazar con el complejo deportivo y comercial. La infraestructura dependía del Ministerio de Fomento y tenía dotación presupuestaria. Según el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, debía resolverse la accesibilidad durante el 2009. También durante el 2009, al final del año, se esperaba la apertura del centro comercial del lado del campo del RCD Espanyol. Por otra parte, para el comienzo de 2008 se preveía que el lado oeste de la misma fachada fluvial de Cornellà de Llobregat, un sector clasificado como urbanizable en el PGM, entrara a las propuestas para desarrollar un área residencial estratégica, ARE, ( DECRETO LEY dE MEDIDAS URGENTES eN MATERIA URBANÍSTICA), concretamente en el sector Salinas-Serrallo de Cornellà de Llobregat, un espacio de 48,19 ha.

El 2.8.2009 el Real Club Deportivo Español (RCD Espanyol) inaugura el estadio de Cornellà-El Prat, 7 años después de la compra de los terrenos. El estadio finalmente cuesta 60 millones de euros, pero a pesar de la cifra, recibe elogios generalizados y consigue dinamizar económicamente Cornellà de Llobregat. Con todo, el centro comercial Splau que debe acompañar la obra del estadio aún no entra en funcionamiento. Por otra parte , la buena comunicación con transporte público y la implicación del Ayuntamiento de Cornellà facilitan la movilidad de los aficionados pericos.

Se inauguró el estadio con un partido amistoso contra el Liverpool (Inglaterra) con más de 40.000 aficionados en las gradas. El estadio estaba previsto inaugurar a finales de 2008 pero se retrasó y finalmente el RCD Espanyol acabó jugando 12 años en Montjuïc. El nuevo estadio de Cornellà-El Prat costó finalmente unos 60 millones de euros, más de 20 millones de euros del total presupuestado, una desviación que representaba una de las principales problemáticas de la obra. El aumento del coste lo provocaron gastos del subsuelo, tales como col • lectores de aguas que se habían tenido que desviar, el saneamiento del terreno de juego, los fundamentos y la aplicación de la nueva normativa antisísmica. El estadio periquito tiene un aforo de 40.500 personas, mil localidades más de las que se habían previsto inicialmente, por lo que es el tercer estadio con más capacidad de Cataluña. Las 2.720 placas fotovoltaicas construidas sobre las gradas de gol debían crear 680.000 kWh cada año. La cubierta exterior del campo estaba compuesta por mamparas translúcidas de color blanco y azul que se  iluminan de noche. Además, se construyeron 5.000 columbarios, que ocupan una superficie de 1.000 m2, y la tienda oficial. El estadio incorporaba 12.000 m2 de locales comerciales de alquiler, 3.000 m2 de los cuales situados en la tribuna lateral frente al centro comercial. Por otra parte, y completando la oferta comercial, adyacente al campo de fútbol, también entre Cornellà y El Prat, se estaba acabando el centro comercial llamado Splau, con dos plantas de establecimientos de moda, ocio, electrónica, restaurantes, dieciocho salas de cine y una bolera.

PAU cornella

Programa Actuación Urbanística CORNELLA DEL LLOBREGAT

 

El Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat se marcó como objetivo en el Plan de movilidad del estadio, presentado en julio de 2009, que entre el 35 y el 40% de los aficionados accedieran en transporte público. Para ello se previó un reforzamiento a demanda del metro, del tranvía, los trenes de cercanías y de los ferrocarriles. El alcalde de Cornellà, Antonio Balmón (Partido de los Socialistas de Cataluña, PSC), explicó que el transporte público era la mejor opción para llegar al estadio. Además, al lado del estadio también se habilitaron zonas de aparcamiento para los autocares de las peñas. El transporte público existente en la zona, sin reforzarlo, tenía una capacidad para transportar unos 17.000 usuarios cada hora en días festivos y unos 23.000 en días laborables, un margen suficiente para absorber los aficionados pericos. Estos medios de transporte les dejaba a unos 6 o 20 minutos andando del estadio, según la parada. De hecho, no se preveía ningún sistema de autobuses lanzadera desde las paradas de transporte público más cercanas, ya que según el alcalde de Cornellà era mucho más rápido ir a pie. La estación de Cornellà-Riera de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) era la que estaba situada más cerca del estadio. Cada día de partido la Guardia Urbana de Cornellà y los Mossos activaban un dispositivo especial, en el que la policía local del Prat, pero no participaba. El día de la inauguración, con el estadio lleno, no hubo problemas de transporte público, el medio de transporte elegido para la gran mayoría de los asistentes. Tampoco hubo problemas en los accesos desde la Ronda de Dalt y la A-2. Renfe, el Trambaix, los autobuses de Cornellà, FGC y el metro ampliaron los horarios de uso. Sin embargo, el retraso del Ministerio de Fomento (MIFO) en la construcción de la rotonda que debía facilitar el acceso al estadio por la A-2 provocaba problemáticas en la movilidad, ya que cerca de 10.000 coches se desplazaban a Cornellà-el Prat en los partidos con el campo lleno.

2011 TUC

TRAMA URBANA CONSOLIDADA 2011 – CORNELLA

2015 MODIF TUC

MODIFICACION TRAMA URBANA CONSOLIDAD – 2015 – CORNELLA

El alcalde de Cornellà, Antoni Balmón, explicó que hacía cinco años los terrenos donde estaba el estadio eran un espacio degradado. Aparte del estadio, remarcó que en el subsuelo también se habían hecho muchas obras importantes, como varios colectores de agua. Para Balmón la obra nueva representaba un motor económico para la ciudad, daba puestos de trabajo públicos y privados, y garantizaba un futuro mucho más amable para la ciudad. En la misma línea, según el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor (Iniciativa per Catalunya-Verds, ICV), el RCD Espanyol había superado el centralismo y se había abierto en el área metropolitana. Así pues, según Tejedor el nuevo estadio daba prestigio, centralidad y protagonismo en el Prat. Uno de los dos arquitectos del nuevo estadio, Esteban Gasulla, manifestó que materializaron el estadio que habían proyectado y que sufría porque los accesos en coche eran mejorables. Según Gasulla se construyó un estadio pequeño que parecía más grande y que daba sensación de amplitud. El presidente del RCD Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, explicó que el equipo perico, con la instalación • instalación del estadio en el Baix Llobregat, era pionero en el concepto de la gran Barcelona. El director del nuevo estadio de Cornellà-El Prat, Josep Toldrà, destacó que recibieron propuestas para organizar conciertos en el estadio y que notaron la dinamización de los comercios de alrededor como bares, restaurantes y tiendas. Incluso los empresarios de la hostelería se planteaban abrir los domingos. La inauguración del centro comercial Splau el lado del campo del RCD Espanyol finalmente se retrasó hasta mayo de 2010.

http://territori.scot.cat/cat/notices/pla_urbanIstic_de_la_ciutat_esportiva_del_rcd_espanyol_cornellA_de_llobregat_i_el_prat_de_llobregat_653.php
http://territori.scot.cat/cat/notices/transformaciO_urbana_de_la_ciutat_esportiva_del_rcd_espanyol_cornellA_de_llobregat_366.php
http://territori.scot.cat/cat/notices/2009/12/pla_urbanistic_de_la_ciutat_esportiva_del_rcd_espanyol_cornella_de_llobregat_el_prat_2577.php

El Ayuntamiento de Cornellà elabora en 2007 el Plan de reforma integral del barrio de San Ildefonso para impulsar su transformación y dotarlo de equipamientos y servicios que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los vecinos. Supone una inversión de 16,6 millones de euros en un plazo de 5 años. El municipio presenta el proyecto a la 2ª convocatoria de la Ley de barrios, de esta manera se acoge a la ayuda de la Generalitat, que aporta el 50% del presupuesto total. El Ayuntamiento firma un convenio con la Universidad Politécnica de Cataluña por el que técnicos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona desarrollarán un conjunto de propuestas urbanísticas y arquitectónicas para ordenar el barrio. El barrio de San Ildefonso de Cornellá del Llobregat se desarrolló a finales de los años 50′, promovido por el Ministerio de la Vivienda del momento. Se trataba de construir bloques de viviendas protegidas para dar cobijo a la avalancha de inmigrantes que llegaba del resto del Estado. El barrio creció sin ningún tipo de planificación hasta los años 70′. En 2005 acogía unas 25.000 personas, era el barrio más poblado de la ciudad y representaba un tercio de la población total de Cornellà. El 22% de la población tenía más de 75 años, y el 18% de los nuevos habitantes censados eran inmigrantes.

Había que añadir también a la realidad de aquel barrio que la mayor parte de población joven se marchaba del municipio debido al incremento del precio de los pisos.

Ante esta situación el Ayuntamiento de Cornellà, gobernado por el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), decidió iniciar el Plan de actuación integral de San Ildefonso (país). El consistorio elaboró un ambicioso plan que requería una inversión de 50 millones de euros. Según el consistorio mismo, la problemática de San Ildefonso era muy variada. Destacaba la alta densidad de la población, con 1.136 hab/ha, la falta de cohesión y la fragmentación de la zona, la proximidad entre los diferentes bloques que dejaban pequeños espacios residuales, marginales y poco aprovechables, la falta de equipamientos, la desestructuración de la red viaria y finalmente el envejecimiento del barrio y el elevado número de inmigrantes. El presidente de la Diputación de Barcelona, Celestino Corbacho, destacaba el mes de marzo que la experiencia de San Ildefonso serviría para conocer la opinión de la gente y poder articular políticas nuevas para las necesidades de los ciudadanos. Asimismo, el alcalde del municipio, Antonio Balmon, defendió la idea de acompañar las intervenciones urbanísticas con acciones menos ambiciosas pero también importantes para la vida del barrio, como la apertura de las escuelas fuera del horario lectivo. La UPC y la regeneración de San Ildefonso Durante el mes de julio el Ayuntamiento de Cornellà y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) firmaron un convenio para actuar conjuntamente en el barrio. Un equipo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) desarrollaría un proyecto con un conjunto de propuestas que ordenaría la vialidad de las 44 ha del barrio, mejoraría las conexiones con la ciudad ya la vez conectaría mejor San Ildefonso con los municipios vecinos de Esplugues y L’Hospitalet. El proyecto también incluiría una serie de actuaciones para evitar la degradación arquitectónica y urbanística, con más equipamientos que cohesiona la vida de un barrio donde los centros cívicos eran muy precarios, y propondría una ordenación más exitosa de los elementos urbanos y de la vegetación junta con la creación de nuevos ejes comerciales que unen la trama urbana.

Una de las ideas básicas sería fijar los jóvenes en el barrio con la construcción de unas 150 viviendas de promoción publica según el consistorio. A su vez construiría una residencia de ancianos, instalaciones deportivas y una guardería.

La Ley de Barrios: El Ayuntamiento de Cornellà presentó el proyecto de revitalización del barrio de San Ildefonso en la 2ª convocatoria de la LEY DE BARRIOS. La Generalitat otorgó ayudas a 17 proyectos. Los criterios de evaluación para determinar los barrios beneficiarios fueron la problemática urbanística y los déficits de equipamientos y servicios de la zona. También se valoraron las características demográficas, las problemáticas sociales y económicas y el porcentaje de población en riesgo de exclusión. El presupuesto que previó el Ayuntamiento para el Plan de reforma integral del barrio, para el total de las veinte y cinco actuaciones que se preveían, era de 16,6 millones de euros. La subvención otorgada por el Gobierno de la Generalitat fue de 8,3 millones de euros, es decir, el 50% del coste del proyecto. Durante el mes de julio, los técnicos del Ayuntamiento ya iniciaron las obras, se derribó el antiguo polideportivo de la avenida de la Línea Eléctrica donde se tenía que construir una nueva instalación de dos plantas subterráneas con dos pistas deportivas en cada planta. Encima del nuevo polideportivo la Empresa municipal de desarrollo urbano de Cornellà (EMDUCSA) hay construiría 45 pisos para jóvenes, que se sumarían a los 83 viviendas que la Generalitat edificaría en la avenida Salvador Allende. A la vez, se iniciaron también las obras de un nuevo aparcamiento subterráneo en la calle Doctor Joan Arús, de ciento ochenta plazas, y la ampliación del popular Mercado de San Ildefonso. El consistorio mantenía que el proyecto se ejecutaría en un plazo de 5 años.

En el Informe “Análisis Urbanístico de Barrios Vulnerables 1996. Catálogo de Áreas Vulnerables Españolas”. Ministerio de Fomento Instituto Juan de Herrera. Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid. HERNÁNDEZ AJA, AGUSTÍN (director) 1996) se identificaban en 2001 y 2006 como barrio vulnerable en Cornellá de Llobregat el Barrio de SAN ILDEFONSO.

Barrio obrero del municipio barcelonés de Cornellá de Llobregat establecido en los años sesenta. Es uno de los polígonos de actuación de la Comisión de Urbanismo de Barcelona (dentro del Plan de Urgencia Social) que se empezó a edificar en 1959 por una empresa privada Construcciones Españolas SA) con la previa elaboración de un Plan Parcial de ordenación urbana (1958) que significó una fuerte densificación de ocupación del suelo de este sector respecto a la prevista por el Plan Comarcal de 1953. Pasó de 166 viv/ha a 1000 viv/ha en 1970, densidad superior a la de distritos de Barcelona.

El barrio se construyó sobre un cerro en el que originalmente habían plantados cereales, cultivos variados y campos de acacias. Los últimos bloques que acabaron de construirse, tapando así por completo todo el terreno baldío que conformaba el barrio antes de los años 60, fueron acabados aproximadamente en el año 1973. El barrio se construyó sobre un cerro, originalmente de cultivos. Los últimos bloques acabaron de construirse en el año 1973. Se pobló principalmente de inmigrantes del sur de España y en menor medida de gallegos y castellanos. En los últimos años se está produciendo una sustitución de la población, sobre todo por inmigración extranjera.

Es un barrio que surge en la década de los sesenta con déficits de equipamientos e infraestructuras. Los equipamientos urbanos, no fueron construidos por la empresa constructora, siendo el sector público, empujado por las acciones reivindicativas de la población, quien se ha hecho cargo de los principales servicios públicos. Desde el año 1983 está conectado por la línea 5 de los ferrocarriles metropolitanos de Barcelona. Antiguamente se conocía como Ciudad Satélite, nombre ya en desuso. Se denomina de Sant Ildefonso en honor a uno de los impulsores de la promoción de la zona.

Hay en desarrollo un Plan de Actuación Integral de San Ildefonso, cuyos objetivos son la mejora del entorno y accesibilidad, la urbanización de las zonas verdes interbloques, la construcción de nuevos equipamientos, el acondicionamiento de los espacios escolares, la construcción de vivienda pública y la puesta en marcha de un plan de integración social y convivencia ciudadana.

Tal y como se explica en el Plan de Actuación Integral del barrio de San Ildefonso, “es un barrio que tiene más de 25.000 habitantes en su totalidad, concentrados en una área urbana muy densa, de su creación y crecimiento persisten varios déficits sociales, urbanos y de infraestructuras. La intervención del Ayuntamiento democrático a partir de los años 80 permitió la construcción de los equipamientos más necesarios, la reforma y urbanización de calles y plazas, se potenciaron las comunicaciones y transportes urbanos metropolitanos”. El barrio, como el resto del distrito, se caracteriza por ser un desarrollo urbanístico de bloque abierto con edificaciones lineales y torres, con alturas que varían desde las seis plantas hasta las once. Los bloques de menor altura fueron construidos sin ascensor, en la actualidad se han ido instalando adosados al exterior de la edificación, con la consecuente pérdida de espacio de acera.

Las calles son generalmente de un único sentido formando fondos de saco que rematan en espacios interbloque ajardinados; cuentan con aparcamiento en ambos lados de la calle (en línea y en batería) y en algunas de las calles además existe un pequeño bulevar central con arbolado. No existe comercio en planta baja en los bloques de menos altura puesto que en la cota cero se ubican viviendas. Las torres sí que cuentan con comercio en los locales de planta baja y además existen edificaciones exentas destinadas a albergar dotaciones comerciales y equipamientos.

2 1 Sistema urba Planejament

2 3 Sistema urba Estrategies urbanes

Plan Metropolitano de Barcelona

En el año 1976 se aprobó el nuevo Plan General Metropolitano de Barcelona (PGM), aún vigente actualmente. Este nuevo Plan territorial sustituyó el anterior Plan Comarcal totalmente desbordado por la realidad construida a consecuencia de la debilidad de las instituciones responsables de su aplicación y por no representar los intereses colectivos.

Como cambios más significativos con relación a la anterior planificación destacaba la reserva de un espacio continuo al núcleo de viviendas para la construcción de nuevas viviendas y la clasificación de casco histórico del sector de viviendas consolidado. Este último cambio conllevó un reconocimiento de su condición de construcción antigua y precaria y por esta razón se consideraba que necesitaba una mejora urbana.

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El Area Residencial Estratégica de Ribera-Salinas en el término municipal de Cornellá de Llobregat, nuevo ámbito de centralidad urbana en el entorno de la futura estación de los Ferrocarriles de la Generalitat con una correcta implantación de usos , ordenando el crecimiento de la ciudad a fin de satisfacer el aumento de la demanda de suelo para viviendas a un precio asequible y dando forma a la nueva fachada de la ciudad de cara al río. Serán 2.497 viviendas, sobre 572.536 m2 de suelo, para 318.452 m2 de edificabilidad.

El ámbito de este Plan parcial abarca los terrenos llamados Ribera Salinas situados al suroeste del núcleo urbano de Cornellà de Llobregat, espacio que ha sido históricamente el límite de la ciudad consolidada. Así, el sector se caracteriza por ser una llanura predeltaica que da continuidad al margen este del río Llobregat, donde los espacios fluviales conviven con los meandros y las llanuras del entorno, de forma que, en caso de crecida, se convierten humedales como respuesta a las necesidades propias de la escorrentía natural de la cuenca. Esta condición orográfica ha condicionado durante mucho tiempo los usos del suelo, que estaban exclusivamente vinculados a las actividades agrícolas de huerta. La ejecución de las infraestructuras hidráulicas (el encabezamiento del río) y viarias (la ronda del Litoral) fueron lograr la protección de la zona frente a las subidas del río , haciéndola, de esta manera, útil para la urbanización.

A dichas dificultades territoriales se añaden también las barreras que suponen las infraestructuras de servicios existentes, tales como los gasoductos, la red de alta de aguas potables, la tubería de la desaladora de El Prat en Sant Joan Despí y otros colectores diversos, los cuales, al atravesar terrenos agrícolas, lo hicieron siguiendo principios de estricta facilidad financiera, pero sin embargo, añadiendo complejidad a este proyecto de ordenación. el plan debía subordinar, además, en el trazado de la futura línea del Trambaix que entra en el sector en sentido norte-sur, y en la previsión de la línea férrea subterránea de los Ferrocarriles de la Generalidad, que en un futuro tiene que cruzar el ámbito en sentido sureste / noroeste, creando dos subámbitos de morfología triangular y una nueva estación.

Estas condiciones han supuesto una relectura de la morfología y las rasantes del sector, desarrollando un ámbito de suelo residencial y terciario que debe ser urbanizado en unas condiciones y a un coste que, al mismo tiempo que satisfaga el aumento de la demanda de suelo, asegure el crecimiento ordenado de la ciudad. Todo ello, garantizando hasta un 80% del número total de viviendas a precio asequible, una correcta relación de usos dentro del barrio, así como la formalización de la nueva fachada al río en el oeste de la ciudad. La propuesta se concreta a partir de la creación de un nuevo ámbito de centralidad urbana en el entorno de la futura estación de los Ferrocarriles de la Generalitat y al lado de los barrios de la Riera y Centro, dinamizando así esta parte de la ciudad de Cornellà. Paralelamente se propone resolver aspectos de infraestructura de ámbito municipal, como los depósitos de laminación de avenidas y la derivación hacia el límite perimetral del tráfico intermunicipal o del nuevo acceso desde la ronda del Litoral, ambos factores , estos últimos, directamente afectados por la movilidad derivada de la construcción del nuevo estadio del Real Club Deportivo Español. Como elemento central y eje vertebrador de la ordenación se propone la creación de un gran parque público, que finaliza la perspectiva del actual paseo de los Ferrocarriles. Se plantea que este eje cívico tenga dos grandes ampliaciones, una en el ángulo este del sector, en el cruce de la avenida del Baix Llobregat con la calle del Almirante Vierna, que se entiende como elemento estructurador y de conexión con el tejido urbano existente de los barrios de la Riera y centro; y la otra, en la plaza de la estación. Ambas ampliaciones se formalizan como ámbito público de relación, la primera entre el nuevo crecimiento y los barrios vecinos, y la segunda como salón y sala de espera descubrimiento del enterrada estación del tren.

sectores cornellaclasificacion suelo

Cornellà de Llobregat es, junto con Galway (Irlanda) y Mikkeli (Finlandia), una de las tres ciudades finalistas para obtener el premio de la Hoja Verde Europea 2017, que otorga la Comisión Europea (CE). El galardón European Green Leaf fue creado en 2015 para distinguir a ciudades de entre 20.000 y 100.000 habitantes que demuestren un fuerte compromiso con el medio ambiente y promuevan la concienciación entre su ciudadanía, generando crecimiento y empleos verdes.

Cornellà ha sido seleccionada por sus esfuerzos para contrarrestar las limitaciones de su situación dentro del área metropolitana, con la falta de espacios verdes y alto volumen de tráfico que ello supone, a través de varios proyectos medioambientales, como es el caso de ‘Cornellà Natura’, un plan para mejorar el equilibrio de la ciudad y su entorno mediante la creación de zonas verdes integradas dentro y alrededor de la ciudad.

Hoy Cornellá del Llobregat tiene una población de 86.376 habitantes y un parque residencial edificado de 34.482 viviendas, de las cuales 1.335 son unifamiliares (el 3,87% del total). Su parque de viviendas aún conserva casi un 7% de viviendas anteriores a los 60‘, y de esa década datan aún 13.382 viviendas (un 38,8%), de los 70′ son 10.492 viviendas (el 30,4%), de los 80′ son 1.230 viviendas (el 3,6%), de los 90’ son 3.282 viviendas (el 9,5%) y de la década prodigiosa 2000-2009 son 2.972 viviendas (el 8,6%).


Cada mercado es local.

Cada municipio tiene su singularidad.

Cada municipio se retrata en su parque residencial.


…seguiremos analizando en próximas entregas los 250 municipios mayores de España.